Antes de poner sus viviendas en alquiler, la mayor preocupación que tenía el 34% de los propietarios era no encontrar inquilinos. Una duda que desde Uniplaces “muestra cómo a pesar de los buenos datos del mercado del alquiler, que auguran un año de elevada rentabilidad, existen propietarios que pueden tener dificultades para alquilar sus alojamientos”.
De hecho, según una encuesta de la compañía realizada a propietarios, un 29% de éstos se han visto obligados a rebajar el precio del alquiler para encontrar inquilinos. Pero, aunque el coste de la vivienda es la principal razón por la que se descarta un alojamiento, no es el único motivo.
Uniplaces, ha recogido seis razones que llevan a los futuros inquilinos a descartar un alojamiento:
El precio no se ajusta al presupuesto. Según los datos de la compañía, el 65% de las habitaciones que se alquilan en España se anuncian a un precio superior al que demandan los inquilinos. Así, el precio medio de alquiler de una habitación en nuestro país se sitúa en los 415 euros, mientras que el precio medio más demandado por los jóvenes que buscan habitaciones en alquiler son 396 euros, una cifra que sólo representa el 35% de los alojamientos que se anuncian. Este desajuste, que se da sobre todo en el centro de las ciudades, lleva a muchos inquilinos a buscar viviendas en zonas más alejadas y, a unos cuantos propietarios, a no encontrar inquilinos dispuestos a pagar ese sobreprecio.
Excesivos requisitos. La elevada demanda de alojamientos en alquiler en las grandes ciudades ha llevado a muchos propietarios a solicitar infinidad de documentos y requisitos a sus inquilinos.Hace unos años, lo más habitual era solicitar una fianza de un mes y una nómina. Pero, ahora, se solicitan fianzas de varios meses, más el pago del mes en curso y honorarios de agencias; dos o más nóminas, movimientos bancarios, avales, etc. Los propietarios están en su derecho de solicitar toda la información que consideren relevante para alquilar su vivienda pero muchos inquilinos rechazan ofrecer tanta información personal al considerarla intrusiva de su intimidad.
Demasiadas normas. Normalmente los contratos de alquiler reflejan el inventario de la vivienda y algunas normas básicas para los inquilinos, como no taladrar en zonas con azulejos. Sin embargo, existen otras normas que limita las opciones de encontrar buenos inquilinos como la de ‘no tener animales’ o ‘prohibido fumar’.
Inhabitable. El incremento en la demanda del alquiler en determinadas zonas ha llevado a muchos a llamar a cualquier espacio, una vivienda. Autocaravanas, furgonetas, garajes reconvertidos, minipisos…se han llegado a alquilar con el falso reclamo de ‘alojamiento’. Para que una vivienda sea demandada, debe cumplir unos mínimos de habitabilidad como estancias separadas, entrada de luz natural, agua corriente y luz, etc. Si nuestra “vivienda” no cumple estos requisitos, es bastante probable que no encontremos inquilinos.
Barrio con poca demanda. Los barrios de moda cambian cada pocos meses en las grandes ciudades. Zonas antes deprimidas, se transforman en barrios modernos, que expanden las ciudades e incrementan la demanda de viviendas en alquiler en dichas zonas. La gentrificación se ha convertido así en un aliado de muchos propietarios que con la elevada demanda aumentan sus posibles inquilinos. Sin embargo, esto conlleva que decaiga el interés en otros barrios. Por ello, si tu vivienda no se encuentra en una zona de moda lo mejor es atraer posibles inquilinos destacando otras ventajas como sus conexiones con transporte público, que según una encuesta de Uniplaces, es lo más valorado por los jóvenes que buscan habitaciones en alquiler.
No has anunciado tu vivienda de manera correcta. Si has detectado poco interés en tu alojamiento puede deberse a que el anuncio que has puesto no refleje los puntos fuertes de tu alojamiento. Revisa las imágenes, el texto y la forma de contacto para hacerlo todo más atractivo.
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