
La Asociación de Agentes del Medio Natural de Extremadura (Apamnex), junto a diversas organizaciones conservacionistas, ha lanzado un serio aviso sobre la situación crítica que vive el medio rural en la región. El motivo es la supresión de la unidad cinológica, especializada en la detección de venenos, al inicio de la actual legislatura.
Según denuncian, los perros adiestrados para localizar sustancias tóxicas han sido apartados y confinados en el Centro de Recuperación de Sierra de Fuentes, mientras que el agente que los guiaba ha sido cesado. Esta decisión ha dejado a Extremadura, una de las regiones con mayor riqueza biológica del país, con un sistema de vigilancia ambiental notablemente debilitado.
La noticia de este despropósito no ofrece una explicación oficial concreta sobre por qué se ha tomado la decisión de eliminar la unidad cinológica, pero el contexto y la denuncia de los agentes del medio natural permiten deducir algunas posibles causas:
Posibles razones detrás de la decisión (no confirmadas oficialmente):
- Recortes presupuestarios o reorganización administrativa. Es común que, al inicio de una legislatura, se produzcan ajustes o recortes en distintas áreas de la administración pública. La eliminación de esta unidad podría haber respondido a una decisión de optimización de recursos, aunque con consecuencias negativas para el medio ambiente.
- Cambio de prioridades políticas. Puede que el nuevo gobierno regional haya modificado sus prioridades en gestión ambiental, apostando más por otros enfoques o dejando de lado políticas activas contra el veneno, ya sea por desconocimiento del impacto o por falta de presión social.
- Falta de personal o de relevo. El cese del guía canino sugiere que no se ha sustituido su figura ni se ha considerado esencial su labor. Esto puede estar relacionado con déficit de formación o recursos humanos en este ámbito.
- Desconexión con el terreno. Algunas decisiones se toman desde los despachos sin considerar las consecuencias directas sobre el terreno, algo que Apamnex critica al alertar que Extremadura ha pasado a tener “mayor biodiversidad, pero menor vigilancia”.
No hay una explicación oficial publicada, lo cual aumenta la frustración de los agentes y conservacionistas. Lo que sí está claro es que la decisión ha tenido un impacto negativo directo sobre la protección de la fauna y la lucha contra el uso ilegal de veneno.
Menos control, más riesgo para la biodiversidad
Las consecuencias son preocupantes. El colectivo alerta del impacto que el uso de venenos sigue teniendo sobre la fauna salvaje. Entre 1992 y 2017, se documentaron más de 21.000 animales muertos por esta causa, lo que supone un promedio de más de 800 cada año. Además, apuntan que en los últimos tiempos se percibe un repunte de esta práctica ilegal.
Ante esta situación, Apamnex reclama una revisión de la estrategia autonómica para combatir el empleo de cebos envenenados. Proponen la puesta en marcha de patrullas especializadas, compuestas por agentes del medio natural y binomios caninos, que permitan tanto prevenir como investigar estos delitos medioambientales.
¿Quiénes son los agentes del medio natural?
Los agentes del medio natural (también conocidos en algunas comunidades como agentes forestales o agentes medioambientales) son funcionarios públicos encargados de:
- Proteger y vigilar los espacios naturales y la biodiversidad
- Prevenir y denunciar delitos medioambientales (como el uso de venenos, caza furtiva, incendios...)
- Realizar tareas de educación ambiental
- Controlar aprovechamientos forestales, cinegéticos y pesqueros
- Colaborar en emergencias y conservación de fauna
Son la primera línea de defensa del medio ambiente en el territorio rural.
¿Qué son los binomios caninos?
Un binomio canino es la pareja formada por un perro especializado y su guía. En el ámbito ambiental, estos perros están adiestrados para detectar sustancias tóxicas, cebos envenenados o fauna oculta, igual que en otros ámbitos (como seguridad, narcóticos o búsqueda de personas).
El perro tiene un olfato altamente desarrollado que le permite localizar venenos enterrados o camuflados, incluso en grandes extensiones de terreno, algo imposible de lograr solo con medios humanos.
¿Por qué es tan importante la colaboración entre ambos?
La unión entre agentes del medio natural y binomios caninos es clave para combatir prácticas ilegales que amenazan a especies protegidas. Los binomios permiten:
- Detectar más rápido y con mayor precisión los cebos envenenados
- Actuar con eficacia en zonas extensas y de difícil acceso
- Reunir pruebas para investigar e identificar a los responsables
Además, son muy útiles en tareas de prevención, patrullaje y formación.
¿Qué pasa si se eliminan?
Sin estos binomios, la capacidad de detección de veneno se reduce drásticamente, lo que:
- Aumenta el riesgo para la fauna
- Dificulta la persecución de los infractores
- Ralentiza la reacción ante nuevos casos
Por eso, los agentes están pidiendo que se recupere esta herramienta esencial.
Peligros del uso de venenos en el medio rural de Extremadura
1. Mortalidad masiva de fauna silvestre. Aves rapaces, linces ibéricos, zorros, meloncillos, buitres o tejones mueren al consumir cebos contaminados. Muchas de estas especies están amenazadas o en peligro de extinción. El veneno no discrimina, cualquier animal puede ser víctima, incluso especies protegidas.
2. Riesgo para animales domésticos. Perros y gatos de fincas, ganaderías o cazadores pueden ingerir veneno sin saberlo. Mascotas de senderistas o vecinos rurales también se ven afectadas.
3. Peligro para personas. Los cebos envenenados pueden estar en zonas accesibles a excursionistas, ciclistas o niños que jueguen al aire libre. Algunas sustancias utilizadas son tan tóxicas que pueden provocar intoxicaciones graves o incluso mortales.
4. Contaminación del suelo y del agua. Los restos de veneno que quedan en el entorno contaminan el suelo y los acuíferos, afectando a la flora y al ganado. Esta contaminación puede persistir durante años, generando daños ecológicos a largo plazo.
5. Dificulta la conservación y vigilancia. La eliminación de herramientas como los binomios caninos dificulta la detección y persecución de estos delitos ambientales. Sin control, el veneno puede convertirse en un recurso habitual de furtivos o ganaderos sin escrúpulos.
6. Pérdida de biodiversidad. Extremadura es una de las regiones más ricas en biodiversidad de Europa. El uso ilegal de venenos contribuye a romper los equilibrios ecológicos y pone en peligro el patrimonio natural de la comunidad.
El uso de venenos en el campo no solo es ilegal, sino que tiene consecuencias devastadoras para los ecosistemas, la salud pública y la imagen de Extremadura como tierra de naturaleza protegida. Urgen medidas de vigilancia, prevención y educación ambiental.
Especies en peligro y urgencia de actuar
La asociación insiste en la urgencia de actuar, recordando que muchas especies afectadas están incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas, y varias de ellas —como algunas rapaces— se encuentran en peligro de extinción. Consideran que la administración autonómica debe asumir la responsabilidad de dotar de recursos y formación específica a los agentes, especialmente a los de reciente incorporación.
Finalmente, hacen un llamamiento a tomar medidas contundentes para frenar “una lacra que pone en jaque la recuperación de especies emblemáticas” en Extremadura, como el lince ibérico o el águila imperial ibérica, cuya población ha logrado aumentar en las últimas décadas gracias a intensos esfuerzos de conservación.
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