El seguro juega un papel protagonista en los sepelios en España. El pasado año, el sector se hizo cargo del entierro de 255.934 personas. Es decir, el 60% de los fallecidos en el país. Esta es una de las conclusiones que se desprenden del Informe Estamos Seguros 2017 elaborado por UNESPA. La mayoría de las inhumaciones (187.477) se produjo en la misma localidad donde ocurrió el fallecimiento. En 67.941 casos, un 27% del total, fue preciso trasladar el cadáver de una población a otra dentro del territorio nacional. Asimismo, hubo 516 personas que perecieron en el extranjero.
El seguro de decesos es, tras el de automóviles, el producto asegurador con mayor capilaridad en España. No en vano, 21,52 millones de personas de los 46,5 millones de residentes en el país están protegidas por una de estas pólizas, de acuerdo con datos recabados por ICEA. Representan el 46,3% de la población. Como en el mercado hay 8,2 millones de pólizas, existe una media de 2,62 asegurados por contrato. Este dato refrenda el carácter familiar del producto. Las aseguradoras suelen encargarse del servicio funerario y los traslados y, además, facilitan a las familias otros servicios asociados como el asesoramiento jurídico o la atención psicológica.
La implantación del seguro de decesos es particularmente destacada en la mitad Sur de la Península y en la cornisa cantábrica. Las provincias donde este producto tiene una mayor presencia son Cádiz (86% de la población asegurada), Ávila (84%), Badajoz (78%), Ciudad Real (73%) y Huelva (72%). Pero incluso en aquellos territorios donde el seguro de decesos tiene un peso comparativamente bajo, su presencia sigue siendo más que perceptible. Es el caso de Melilla (18%), Soria (19%), Huesca (22%), Teruel (23%) y Baleares (24%).
Los índices de suscripción más altos de este producto se dan pasados los 45 años y, muy especialmente, en la vejez. No obstante, el seguro de decesos también está bastante presente entre los niños y la gente joven. Las tasas de aseguramiento entre las cohortes de población menores de 30 años oscilan entre el 27% y el 44%.
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