Descubrir y disfrutar del paseo del Prado con los cinco sentidos y más. Este es el objetivo de la actividad ‘Salón del Prado: el paseo de los sentidos’, organizada por el Área de Medio Ambiente y Movilidad, a través del departamento de Educación Ambiental, para el próximo miércoles 24 de julio. El evento, que es gratuito y para el cual aún quedan plazas libres, forma parte del programa de actividades ambientales Hábitat Madrid para esta temporada de verano.
Desde las 10.00 horas hasta las 12.00 horas, los participantes explorarán y profundizarán en los valores ambientales, urbanísticos y arquitectónicos del paseo del Prado y su entorno a través del conocimiento que aportan los diferentes sentidos. De esta manera, con la vista se podrán conocer las edades de la arquitectura moderna y contemporánea de la ciudad de Madrid, observando edificios que van desde los siglos XVI (iglesia de San Jerónimo el Real), XVII (restos del palacio del Buen Retiro), XVIII (palacio de Villahermosa-Museo Thyssen, Museo del Prado y Real Observatorio Astronómico), XIX (palacio de La Bolsa y Banco de España) y XX (Palacio de Cibeles, Cuartel General de la Armada, arquitectura industrial de CaixaForum), además de la sección de las calzadas y la alineación de la arboleda en las aceras y el bulevar.
Con el tacto, se entrará en contacto con la flora del lugar y los árboles singulares: el laurel de la plaza de Cibeles; el madroño y el ginkgo de la plaza de la Lealtad; el almez, los magnolios y la pícea del Himalaya de la plaza de Murillo o el olmo de la calle de Ruiz de Alarcón. El tacto y la vista también serán dos de los sentidos que permitirán el disfrute de la feria del libro de la Cuesta de Moyano.
El sentido del olfato se desarrollará con la rosaleda y las plantas trepadoras del Real Jardín Botánico mientras que el oído, que antaño en el paseo del Prado se empleaba para escuchar el juego de agua de las fuentes del salón (Cibeles, Apolo, Neptuno y las cuatro fuentecillas) y el caudal del arroyo de la Fuente Castellana, hoy quedado para el tráfico y, si la hora acompaña, para escuchar el canto de carboneros, petirrojos, cotorras, torcaces, tórtolas, gorriones y mirlos, entre otras especies más comunes.
Y por último, en lo relativo al gusto, esta actividad no lo relaciona con el paladar sino con el buen criterio que tuvo la ilustración madrileña por trasladar la cultura del progreso, la ciencia y el arte a este apartado lugar de la ciudad así como por elegir a los mejores técnicos del momento para diseñar el paseo del Prado y sus edificios: José de Hermosilla (urbanista), Ventura Rodríguez y Juan de Villanueva (arquitectos).
La suma de todo esto y más criterios ha dado como resultado la candidatura dePrado-Retiro para formar parte de la lista de lugares Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Hay dos sentidos más que añadir a este paseo: los del humor y el común, que son los que servirán para ir desempolvando a lo largo de la actividad anécdotas, curiosidades, historias y reflexiones.
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