El Camino de Santiago es un trayecto milenario, cuyas tierras, a lo largo de la Península Ibérica han sido recorridas por numerosas culturas. A día de hoy, sigue siendo una tradición que muchos peregrinos eligen para entrar en contacto con la naturaleza y la historia.
Hace más de mil años, un centenar de peregrinos caminaba en dirección a Santiago de Compostela para homenajear a uno de los principales apóstoles de Jesús de Nazaret, cuya tumba yacía (y todavía lo hace) en la catedral.
El recorrido se convirtió en una de las tradiciones más longevas de nuestra historia, siendo todavía hoy un llamamiento cultural a todos aquellos dispuestos a aventurarse a seguir el dibujo de las huellas milenarias.
El Camino de Santiago, denominado así en honor al nombre del apóstol, Santiago el Mayor, atraviesa diferentes puntos a lo largo del mapa europeo, dándole a numerosos viajeros la posibilidad de escoger su propia ruta.
Los caminos a Santiago de Compostela
El Camino de Santiago no tiene un solo punto de partida. Son distintas las rutas que cruzan la península y que llevan al esperado destino de Santiago de Compostela. Sin embargo, aunque en sus orígenes medievales el propósito del peregrinaje fuera la redención o el culto a una figura milagrosa, a día de hoy el viaje en sí mismo es uno de los principales atractivos.
El Camino está lleno de rincones y parajes asombrosos, ricos en vegetación, paisajes verdes y antiguas edificaciones rebosantes de historia. Cada ruta tiene sus particularidades, así como distintos días de duración.
Muchos peregrinos eligen recorrer el Camino de Santiago con Pilgrim, lo cual les permite hacer una mejor planificación del viaje y disfrutar de servicios especiales en cada etapa, independientemente de la ruta elegida.
Ahora bien, el más popular de los caminos es el Francés, ya que dispone de una mayor cantidad de albergues públicos disponibles para los peregrinos. Además, es el camino mejor señalizado, característica que para muchos es de gran utilidad.Para su inicio, puede partirse desde Sarria o desde Roncesvalles.
La primera opción incluye solo las últimas cinco etapas del camino Francés, por lo que su duración es mucho más corta, llegando a los 100 kilómetros. La ruta desde Roncesvalles tiene treinta y tres etapas a pie, y recorre más de 700 kilómetros.
El Camino Primitivo, el más duro y complejo de todos por la irregularidad del territorio y es el preferido para los peregrinos más entrenados o aventureros. Atraviesa 320 kilómetros por tierras asturianas y gallegas, y se compone de once etapas a pie. Más allá de su exigencia, este camino deja en el recuerdo increíbles postales paisajísticas.
En total y aparte de su popularidad, los caminos principales son siete, aunque es posible elegir otras muchas variantes. En cada caso, y dependiendo también de la temporada en la que se realice, puede haber una mayor afluencia de peregrinos, lo que se traduce en posibles inconvenientes a la hora de encontrar albergues disponibles.
Con el servicio de Pilgrim queda a disposición de los peregrinos la posibilidad de reservar alojamiento con antelación, de manera que en cada etapa del recorrido tengan un lugar en el cual poder descansar antes de seguir.
Las posibilidades del Camino
Atravesar el Camino de Santiago es para muchos peregrinos una oportunidad incomparable para entrar en pleno contacto con la naturaleza. Y aunque algunos se deciden a imitar los antiguos peregrinajes hechos a pie, otros prefieren hacerlo en bicicleta, con una velocidad distinta y mayor facilidad para atravesar determinadas zonas del terreno.
Por ello, Pilgrim dispone de un catálogo de bicicletas en alquiler para utilizar durante el recorrido.
En algunos caminos la cantidad de etapas a pie puede distar mucho de las que implica el recorrido en bicicleta. Aun así, las dos opciones permiten visitar los sitios más emblemáticos del Camino, y disfrutar del aire puro y natural.
A los peregrinos que no deseen cargar con sus mochilas mientras andan, Pilgrim les ofrece el traslado de sus pertenencias a lo largo de las fases del camino, garantizando su seguridad y la comodidad durante el viaje.
Y si viajas con tu mascota, has de asegurarte que los albergues elegidos la admitan y evitarte una desagradable sorpresa.
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