| Ficha técnica | 0 - Rayo Vallecano: Rubén (1); Tito (0) (Arbilla m.15), Gálvez (1), Amat (1), Casado (1), Javi Fuego (2); Trashorras (0) (Delibasic m.80), Léo (0); Chori (0) Lass (0) (José Carlos m.15), Piti (2). 2 – Real Sociedad: Bravo (2); Martínez (2), Íñigo Martínez (2), Markel (2), De la Bella (2); Bergara (1), Illarra (2) (Elustondo m.75), Vela (3) (Castro m.76), Griezmann (2), X.Prieto (2) (Ifrán m.78); Agirretxe (3).
Goles: 1-0 m.6 Agirretxe; 0-2 m.13 Aguirretxe
Árbitro: Álvarez Izquierdo (comité catalán) (3)
Incidencias: 11.400 espectadores en el Estadio de Vallecas. Terreno de juego en buenas condiciones.
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La Real Sociedad llegó, vio y venció. No estuvieron solos los pupilos de Montanier que junto a la presencia de los cerca de 4.000 donostiarras desplazados hasta Vallecas formaron un cóctel imposible de digerir por los locales. No iba a tardar mucho la Real en mostrar sus garras sobre un Rayo que entró mal y tarde al campo de fútbol. En la tercera llegada clara de los visitantes el marcador ya reflejaba dos tantos en contra para los vallecanos. Una jornada más y ya van más de tres meses, la Real dio muestras palpables de su situación en la tabla, demostrando que su cuarta plaza no es por casualidad. Dos internadas de Griezmann y Vela, bien orquestados por el soporte de Xabi Prieto, acabaron en las botas de Agirretxe quien únicamente tuvo que redirigir el balón orientando el interior de su bota hacia la portería rayista. De esa forma, en un cuarto de hora el resultado iba a ser inamovible. Movió ficha rápidamente Paco Jémez con vistas a arreglar el descalabro que sufría su equipo por la banda derecha. Tito y Lass fueron los señalados aunque los recambios no iban a otorgar toda la efectividad deseada. Con el intercambio de campos una vez cumplida la primera parte de juego, el Rayo intentó encerrar en su área al cuadro guipuzcoano. ni con esas conseguían los franjirrojos molestar a una Real casi perfecta en defensa. No fue perfecta, pero no le hizo falta. Piti, en una jugada personal en la que esquivó mediante recortes a dos zagueros, se plantaba dentro del área en la ocasión más clara del partido. Su centro buscaba la línea de gol, donde se encontraba Léo para empujar el balón. Pero el brasileño acabó viendo cómo el esférico cruzaba el fondo de Vallecas por las nubes. Con la ocasión de Léo el Rayo se difuminó, se desesperó y perdió las esperanzas al partido. Las contras del conjunto vasco llevaban más peligro que la presencia rayista en zona txuri urdin. El tiempo corría en favor de la Real que acababa en una fiesta con el pitido final. Equipo y desplazados enmudecieron el templo vallecano haciéndose prácticamente dueños de él y dando un paso de gigante hacia sus aspiraciones de competir la próxima campaña con los mejores equipos del continente. Peor sabor dejó la derrota en el lado franjirrojo, que se aprovecha de los malos resultados de sus rivales y observa el sueño europeo desde la misma distancia.
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