| Ficha Técnica
| 2- Real Madrid CF: Diego López; Essien, Varane, Ramos, Coentrao (Kaká 56’); Modric, Xabi Alonso (Khedira 66’); Ozil , Di María, Cristiano Ronaldo e Higuaín (Benzema 56’).
0- Borussia Dortmund: Weidenfeller; Piszczek, Subotic, Hummels, Schmelzer; Bender (Santana 90'), Gündogan; Blaszczykowski, Götze (Grosskreutz 13’), Reus; y Lewandowski (Kehl 86’).
Árbitro: Howard Webb (Inglaterra). Amonestó con amarilla a Gundogan (42’), Bender (45’) y Weidenfeller (83’). En el Madrid vieron tarjeta Coentrao (25’), Higuaín (43’), Ramos (78’) y Khedira (80’).
Goles: 1-0 Benzema (min.82); 2-0 Ramos (min. 88)
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El Borussia de Dortmund espera rival en Wembley tras sufrir en sus carnes el orgullo madridista en unos intensos y emocionantes minutos finales. Los goles de Benzema y Sergio Ramos dieron paso a la épica pero el fútbol decidió castigar al Madrid tras su pobre actuación en la ida y dejar a los blancos por tercer año consecutivo eliminado a las puertas de la final de la Liga de Campeones.
Un ilusionante cuarto de hora
El Madrid salió en tromba como estaba escrito en el guión. El incansable aliento de la afición y la fe de los jugadores provocaron los primeros impactos a la mandíbula alemana. Higuaín tuvo la primera cuando el reloj se ponía en marcha pero la gran salida del portero Weidenfeller evitó el gol. Una sensacional ocupación de los espacios, con Modric en el eje junto a Xabi Alonso en detrimento de Khedira, y un ataque punzante con la dupla Ozil-Di María como catalizadora. Antes de los diez minutos los blancos ya habían sacado cuatro córners, todos ellos sin fortuna, al limbo.
Con los hombres de Mourinho lanzados llegó la oportunidad más clara con Ozil de frente hacia la portería germana. El mediapunta lanzó fuera cuando Cristiano llegaba solo por su izquierda para empujar a la red. Sería el punto de inflexión local. En un partido de hombres con Ramos ejerciendo de líder desde el centro de la zaga, Gotze caía en batalla y Grosskreutz tomaba relevo sobre el césped. El dominio merengue no dio sus frutos en forma de gol y para iniciar la remontada había que marcar el primero. El sofocón inicial dio paso a la calma para centrar el encuentro en los nervios y la tensión.
Sin gol hacia el descanso
Lewandowski mostraba su reportorio al público de Chamartín aunque con el punto de mira más desviado que hace seis días en Dortmund. Hubiera sido cruel pero es lo que tiene perdonar en esto del fútbol. El cronómetro siguió vertiginoso hacia el descanso, con el acoso y las urgencias como bandera aunque sin efectividad hacia la meta visitante. La afición también empezó a decaer, lógico sin el impulso de un gol que permitiese comer el bocata del descanso con cierto optimismo.
Solo iniciarse la segunda mitad, el Madrid, lejos de renovar su fe, pudo verse con marcador anverso si el delantero polaco hubiese acertado en su doble ocasión. Primero desafortunado con el punto de mira en una pase tras internada de Blaszczykowski, después reventando el larguero ante Diego López. Las fuerzas flaqueaban en los merengues que se encomendaron a la dirección de Modric ante la incomparecencia de un Cristiano renqueante. El portugués no estuvo fino, no pudo con sus rivales y sus doleros se multiplicaron con el paso de los minutos.
Oxígeno, goles y épica
El Madrid había demostrado que el
problema no era físico. Le faltó pausa en la definición y el paso de los
minutos fue rebajando un ritmo inaguantable. Los nervios comenzaban a apoderarse del ambiente y Mourinho renovó el ataque. Benzema y Kaká hicieron recuperar el dinamismo mientras Diego López salvaba el encuentro en una excepcional parada a Gundogan.
Los blancos no se rindieron hasta abrir el marcador. El gol resucitó al Bernabéu y a falta de ocho
minutos para el final
Benzema puso el balón en las mallas tras la carrera de Modric. El Real Madrid acabó
encerrando a su rival. Buscando a la desesperada el pase a la final. Y
lo rozó. Sergio Ramos dejó dos testarazos y al tercer intento, chutó un
zurdazo a la red que dejaba todo a falta de un gol en los cinco minutos
de tiempo añadido. El tiempo se consumió dejando a un Madrid a las puertas de Wembley.
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