El FC Barcelona resolvió con más holgura de la prevista el test de Getafe (0-2) gracias a los goles de Luis Suárez y Junior Firpo en un partido donde los culés no echaron de menos a Messi, ni al joven Fati, y que les permite situarse en la segunda posición muy cerca del Real Madrid, en la séptima jornada de la Liga Santander.
El equipo de Ernesto Valverde no necesitó fuegos artificiales para llevarse los tres puntos del difícil Coliseum, pero fue más eficaz que nunca. Sin un fútbol brillante y con gran practicidad, el Barça jugó útil y supo aprovechar sus ocasiones para meter mano a los azulones, un equipo que siempre ha comprometido a los azulgrana.
El Barça no estuvo cómodo en la primera parte, pero pudo romper todas las líneas de presión del Getafe para conseguir las primeras ocasiones. Luis Suárez falló en un claro mano a mano al cuarto de hora y, minutos antes, Carles Pérez también pudo haber estrenado el marcador en un robo a Nyom en el costado derecho.
Esa fue la estrategia de un Barça que echó de menos la imaginación en los metros finales. La ausencia de Messi y el emergente Ansu Fati obligó a coger otros atajos al equipo de Valverde. De Jong apenas apareció en la construcción y Arthur intentó asomar la cabeza ante la asfixiante presencia de Arambarri y Maksimovic.
Los de Bordalás, por su parte, apostaron por su guión habitual y aprovecharon el agujero que dejaba constantemente Junior Firpo en la banda izquierda. Resulta curioso que el mejor jugador del rival, Cucurella, haya sido vendido precisamente por el Barça este verano y el flamante campeón de España Sub-21 fuese un caramelo para los locales.
Ángel, que arrebató la titularidad a Jorge Molina este sábado, gozó de la mejor ocasión para el Getafe. A los 20 minutos, el ariete canario se revolvió en el área para pegarle con el alma, pero Ter Stegen realizó una parada prodigiosa para mantener las tablas en el sur de Madrid. Un Coliseum, por cierto, que colgó el cartel de "no hay billetes" y disfrutó de un gran ambiente.
Ahí cogió aire el Barça y adormeció un partido ante tal revolución de los locales. La gran colocación defensiva de los catalanes fue su mejor argumento ante la falta de creatividad en los metros finales. De hecho, el primer gol blaugrana llegó con una asistencia de Ter Stegen. El portero alemán cortó un balón con el pecho y su pase llegó directo a las botas de Suárez.
El uruguayo intimidó con el cuerpo y David Soria reculó incomprensiblemente. Ese paso atrás dio licencia al charrúa para batirle con una vaselina impecable. Su primer gol lejos del Camp Nou en cinco meses y la mejor forma de encarar el descanso tal y como estaba el envite. Un botín valioso que fue certificado nada más comenzar el segundo acto.
JUNIOR ARREGLA SU MALA TARDE
El Barça habría sufrido los mordicos de un Getafe que encajó el segundo gol a los cinco minutos de la reanudación. Junior Firpo arregló su mala tarde sacando la caña en un disparo de Carles Pérez. El ex del Betis remató dentro del área pequeña el rechace de Soria y mató a los azulones. El gol dejó anestesiado al cuadro de Bordalás.
El partido entró en una fase embarullada. El Barça no tuvo prisa y el Getafe no terminó de encontrar la tecla para poner en apuros a su rival, al que no gana desde 2011. Este sábado también estuvo lejos de haber -siquiera- puntuado ante el actual campeón de Liga. Sólo Kenedy, a diez minutos del final, ejecutó el único disparo a puerta de los madrileños.
En los últimos minutos, Valverde dio descanso a Busquets y Griezmann pensando en el partido ante el Inter de este miércoles y también en la visita del Sevilla el próximo fin de semana. Una forma de economizar esfuerzos ante un equipo que siempre requiere un plus extra. Una victoria muy importante de un Barça que supo ponerse el mono de trabajo.
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