Decía Hermann Keyserling que en la práctica, sólo es problema lo que la inteligencia puede resolver, por lo tanto muchos de los planteos que presenta hoy la prensa hegemónica paraguaya no integran dicha categoría. Son más bien simples dislates de incultos y reaccionarios empresarios que desean un poder político gerente de su delirante hostilidad contra el Mercosur.
Afortunadamente, la cabeza del nuevo gobierno de este pais sudamericano, fundador del Mercosur, ya ha dado señales de acercamiento a Venezuela y Argentina, desechando las malhadadas intenciones mencionadas.
El presidente electo del Paraguay, Horacio Cartes, ya el día de su triunfo electoral del mes pasado mantuvo una cordial y extensa conversación con la presidenta argentina Cristina Fernández, aliada del bloque bolivariano. La mandataria expresó a Cartes su respeto por el Paraguay, y ratificó su admiración por figuras históricas relevantes de su historia nacional, como el Mariscal Francisco Solano López.
Cartes respondió que muy pronto esperaba entrevistarse con ella en Buenos Aires.
Desde antes de las elecciones paraguayas, el enlace entre ambos ha sido el gobernador Maurice Closs, a cargo de la provincia de Misiones. Closs estuvo en la capital del Paraguay para monitorear los resultados de las elecciones del 21 de abril, en las cuales triunfó Horacio Cartes.
El presidente electo paraguayo publicó esta semana su foto con el gobernador argentino, durante una reciente entrevista.
Encontrándose en Asunción, el gobernador Closs recibió un llamado de la presidenta Cristina Fernández, comunicándola con Cartes. Closs expresó su satisfacción por haberse convertido en el canal de comunicación entre Cartes y Cristina, algo que calificó como un honor.
Los primeros contactos con el presidente venezolano Nicolás Maduro han sido igualmente cordiales, y ambos consideraron un hecho el regreso del Paraguay al bloque regional.
Paraguay fue excluido de manera humillante por el Mercosur a raíz de la obstinación por rechazar el ingreso de Venezuela al bloque, y desde entonces los medios paraguayos intentan instalar la poco realista frase de que “lo jurídico debe primar por sobre lo político”, demostrando con ello su ignorancia de la historia y los asuntos humanos.
Como lo expresa Nicanor Duarte Frutos en su libro “El cambio como Farsa y Tragedia”, la tensión entre lo jurídico y político es siempre inevitable, y “el problema no es Montesquieu sino Pitágoras”.
Durante su gobierno, Duarte Frutos había entablado inmejorables relaciones con los gobiernos de la región, que posteriormente se fueron deteriorando sostenidamente. Incapaz de leer el nuevo contexto internacional, la clase política paraguaya se aferró al discurso de los años de la guerra fría e insistió con los esfuerzos por mantener balcanizada Sudamérica, que a lo largo de toda la historia beneficiaron a potencias extranjeras a la región.
La lectura demostró ser errónea, tanto como la medición de fuerzas, lo cual llevó al Paraguay a su actual aislamiento en la región. De socios fundadores del Mercosur, terminaron degradados a observadores de la Alianza del Pacífico.
La actitud conciliatoria y fraterna de Horacio Cartes con los gobiernos del Mercosur, incluida Venezuela, contrasta con las pretensiones de la prensa hegemónica de indisponer al gobierno de Asunción con sus socios y vecinos, y buscar espacios en la Alianza del Pacífico.
Horacio Cartes manifestó su contrariedad con esas intenciones, señalando que le preocupaba la opinión del Mercosur al respecto. El diario ABC color del longevo empresario Aldo Zucolillo, principal impulsor del cambio de bloque, hasta ahora no ha explicado cómo el Paraguay podría mudar las represas de Itaipú y Yacyretá al océano Pacífico, y transformarlas de usinas hidroeléctricas en mareomotrices.
Dijo también Keyserling que ninguna prueba, ninguna rectificación ni desmentido puede anular el efecto de una publicidad bien hecha. Evidentemente, no se refería a las torpes y anacrónicas manipulaciones que hoy ensaya un poder mediático que conoció tiempos mejores.
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