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A mediados de enero de 1935, el ejército del Paraguay llegaba a las puertas de la zona petrolífera boliviana, ocupando la línea de Villa Montes tomando Carandaity y otros poblados hasta llegar a las riberas del río Parapeti y amenazar Santa Cruz.
La patética y perversa guerra del Chaco, una disputa más fluvial e interpetrolera que territorial o nacional, supo sintetizar y consensuar lo mejor de la literatura de Paraguay y Bolivia, confirmando que no hay mal que por bien no venga. Fue aquella una guerra tan inicua, que mientras se desarrollaba benefició a todo el mundo menos a los beligerantes.
El premio Nóbel de Literatura Bob Dylan, reconoce en uno de sus poemas la inusitada capacidad de profetizar de los escritores y periodistas, que suelen anticipar cuando advierten señales de que los tiempos están cambiando. Esa facultad permitió al famoso novelista de Indiana Meredith Nicholson realizar predicciones en Paraguay, donde recaló en la década de 1930 como representante diplomático de Estados Unidos.
Un 17 de diciembre del año 1933, llegó a manos del general José Félix Estigarribia un despacho del ministro de defensa paraguayo, Victor Rojas, informando de un pedido de los enviados por la Sociedad de las Naciones a La Paz. Estigarribia era el comandante supremo del Ejército paraguayo en el Chaco, responsable de conducirlo en una guerra con Bolivia por el territorio del Chaco Boreal.
El 7 de diciembre del 2024, una publicación del Washington Post dio luz a la inédita decisión tomada por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de interrumpir la cooperación con EE.UU. en materia de combate al narcotráfico. La Senad comunicó esta decisión a la Administración de Control de Drogas de EE.UU., lo cual significa una importante reculada en los esfuerzos de Washington en el combate al crimen organizado en Paraguay y en América Latina.
Uno de los episodios más sangrientos de la historia sudamericana, la guerra del Chaco, tuvo como cronista desde Asunción a uno de los más famosos novelistas estadounidenses de la primera mitad del siglo XX: Meredith Nicholson. Nacido en Indiana un 9 de diciembre de 1866, en 1928 Nicholson inició su militancia política del Partido Demócrata, como concejal de la ciudad de Indianápolis.
Dijo Gandhi que no existen los planes de paz, sino que la misma paz es el plan, idea que evidentemente no concuerda con aquellos que encuentran en la guerra un gran negocio y se dedican a financiarlas para potenciar complejos militares-industriales, redirigir cuentas bancarias y reconstruir las ruinas que dejan a su paso los interminables conflictos que alimentan.
Noviembre de 1934 fue el mes de los desastres militares y políticos bolivianos en la aleccionadora y poco explicada guerra del Chaco, un conflicto cuyas motivaciones son difíciles de explicar incluso para quienes fueron beligerantes.
El 30 de octubre de 1934 el presidente Salamanca decidió dirigirse al General Lanza para ordenar la reconquista de Ingavi, posición cuya caída en manos paraguayas le mortificaba desde principios de aquel mes de octubre. Fuerzas Paraguayas, al mando del Teniente Wenceslao López, capturaron Ingavi el 5 de Octubre, neutralizando a todo un cuerpo de Ejército boliviano con Sede en Roboré, y a juicio del presidente boliviano, haciendose prácticamente dueñas del Chaco.
El 25 de octubre de 1934, el embajador de Estados Unidos en Brasil Simon Gibson escribe desde Río de Janeiro al Departamento de Estado, para informar que Saavedra Lamas ordenó suspender la reunión del embajador argentino con sus pares de Bolivia y Paraguay.
El Dr. Antonio Fretes, presidente de la Corte Suprema de Justicia (2022) del Paraguay, y su equipo de estafadores – que sigue operando – en los pasillos de la Corte Suprema de Justicia en Asunción, representa un gran peligro para las grandes y pequeñas empresas internacionales que aspiran establecer grandes emprendimientos comerciales en el territorio paraguayo.
En junio de 1936, fue otorgado el Premio Nobel de la Paz al argentino Carlos Saavedra Lamas, a quien Desiderio Roca había acusado de seguir una ruta sinuosa durante su mediación para alcanzar la Paz entre Paraguay y Bolivia, que se habían enfrentado entre 1932 y 1935 en la Guerra del Chaco.
Quienes fuimos cautivados por el apasionante juego infinito a principios de los ochenta, ayer fuimos sacudidos por una noticia devastadora. Zenón Franco, el mejor ajedrecista paraguayo de la historia, se había ausentado de manera definitiva. Sobre lo negro y blanco de todo camino, Zenón había librado su batalla armada final, porque ya sabemos que también el jugador es prisionero, de una trama de polvo, tiempo y agonía.
El 23 de septiembre de 1932, la Liga de las Naciones creó el Comité de los tres para la supervisión del conflicto entre Bolivia y Paraguay, cuando ya se desarrollaban sangrientos combates en Boquerón. El Comité fue constituido oficialmente en la Reunión del Consejo de la Liga y lo integraron representantes de Guatemala, España e Irlanda y se le solicitó informar periódicamente al Consejo sobre el estado de la situación.
El 17 de septiembre de 1934, a la hora 19, el secretario de estado norteamericano Cordell Hull escribe a su representante en Paraguay Meredith Nicholson. Le comunica que la información contenida en su cable del 14 de septiembre ha sido de gran utilidad para el Departamento.
El Ateneo de Lengua y Cultura Guaraní ha defendido el proyecto de declarar a la lengua guaraní como Patrimonio Cultural de la Humanidad en el sistema de las Naciones Unidas. Dentro de esta iniciativa corresponde también señalar la valiosa y rica literatura guaraní que es el producto de la labor de numerosos literatos.
En las primeras horas del 10 de septiembre de 1935, pudo ver el final de la guerra el senador Huey Pierce Long, uno de los pocos que en plena guerra del Chaco admitió ver al rey desfilar desnudo. Dos días antes, el 8 de septiembre de 1935, en el capitolio estatal de Luisiana, un desconocido se acercó al senador al amparo de la oscuridad y sonó el ruido de un disparo.
El 27 de agosto de 1934, el subsecretario de Estado William Phillips, escribe desde Washington al representante diplomático de Estados Unidos en Paraguay, Meredith Nicholson. Le corrobora que el Gobierno paraguayo, tal como sabe Nicholson, ha aceptado oficialmente y por escrito, sin reservas, la fórmula de conciliación argentina. Le informa que los Gobiernos brasileño y norteamericano están tratando de persuadir a Bolivia para que adopte una acción similar.
El 13 de agosto de 1934, el embajador de Estados Unidos en Argentina, Alexander Weddell, informaba a Washington que Saavedra Lamas le había entregado copias de los telegramas que había enviado a los Ministros de Relaciones Exteriores de Paraguay y Chile, en el que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina invitaba a una reunión a los Embajadores de los Estados Unidos, Brasil, y a los representantes diplomáticos de Chile y Paraguay.
El 5 de agosto de 1934, el gobierno de Chile envió una nota muy enérgica a la Legación chilena en Asunción para ser entregada al Gobierno paraguayo. A la hora 18 del dìa siguiente, el Embajador en Chile, Hal Sevier, informa al departamento de estado de su conversación con el asesor político del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, transcribiendo parte de la nota que alcanzó a ver.
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