Entre el amplio abanico de trofeos, que atesoran sus vitrinas, acaba de incorporarse el Premio Empresa de Huesca a la Trayectoria Empresarial Concedido por la Cámara de Comercio de Huesca y la Confederación de empresarios de Huesca.
Esos más de 100 años, de sabia elaboración del vino, se dejan sentir en el museo de Bodegas Lalanne. Merece la pena verlo para comprender y valorar el trabajo y esfuerzo que suponía antiguamente cultivar la viña y elaborar los vinos: Prensas antiguas de madera, despalilladoras, estrujadoras, bombas de trasiego, máquinas filtrantes, portaderas para recoger la uva durante la vendimia, sulfatadoras y azufradoras para realizar los tratamientos en la viña, utensilios para la construcción y reparación de las barricas, máquinas llenadoras y encorchadoras manuales, y un sinfín de utensilios y herramientas que se han utilizado durante años en la bodega.
Leonor Lalanne nos comenta sobre la elaboración de sus vinos: “Con los más estrictos y tradicionales sistemas de elaboración al estilo de nuestros antepasados de Burdeos, el vino comienza a hacerse en la viña, porque solo así se puede conseguir la calidad que deseamos. Después una cuidada fermentación del mosto procedente de nuestras uvas seleccionadas, así como la posterior crianza en barricas de roble francés de gran calidad, son fundamentales a la hora de elaborar este vino tan especial”.
La cata
Color rojo rubí de gran intensidad. Aromas especiados con preponderancia de fruta madura y tonos de roble cremosos. Sabroso, potente, aterciopelado, en el paso de boca, con notas de tabaco, taninos redondos y ebanistería de su crianza en barrica. Un postgusto delicado y complejo de sensaciones, ideal para acompañar platos de caza, asados y carnes rojas al carbón.