El Atlético de Madrid venció (2-0) al Athletic Club de Bilbao este sábado en la jornada 10 de LaLiga Santander celebrada en el Wanda Metropolitano, un buen partido de los locales, con juego vertical y goles ante un rival impotente, para verse en lo alto de la tabla enseñando las virtudes olvidadas últimamente.
Los de Diego Pablo Simeone pusieron todo sobre el césped para ganar y convencer, cuando aún queda mucha temporada y el Atleti está empatado a 19 puntos con el líder Barça. La ausencia de Clásico este sábado por los disturbios que ocurrieron en Cataluña lo aprovechó el equipo madrileño para seguir en la presión. Tras una victoria en los últimos seis partidos de liga y con una deuda de juego, el Atlético respondió, y resolvió con los goles de Saúl y Morata.
En la cita entre rojiblancos, la defensa se presuponía, pero la asignatura pendiente del gol la aprobó solo el cuadro local. Los vascos se estrellaron de muy inicio con Oblak y el avisó a navegantes del esloveno domó la pegada de los 'leones', desaparecidos tras el descanso. Íñigo Martínez remató un córner a los tres minutos que obligó a la estirada del meta rival. A Raúl García le sacaría también las yemas de los dedos.
El Atleti tenía una papeleta complicada. El tercer partido seguido en casa con la obligación de ganar y agradar a una afición que vivía un debate en la grada. Todo ello ante un rival también con dudas, al que la intensidad es otra cosa que se le presupone. Los del Cholo saltaron a hacer los deberes y después de la salvada de Oblak dejaron pinceladas de buen fútbol, conexión y pase rápido.
A la tercera de esas, con Correa valiente y la defensa visitante dormida, apareció Saúl para abrir la lata a la media hora (1-0). Pecó el Atleti de irse algo hacia atrás, y los de Garitano tuvieron sus llegadas, en especial con Raúl García. Koke, Saúl y Thomas se pusieron las pilas en el centro del campo y tras el descanso, los desmarques de Morata rondaron la meta de Unai Simón. El cuadro madrileño fue soltando la ansiedad generada por ese runrún en parte de la grada, que a falta de goles en liga, se atragantó con el mal partido ante el Bayer en 'Champions' pese al resultado favorable. Sin esa mochila de presión y con una afición que acompañó al unísono, el Atleti cocinó a buen ritmo la segunda parte. Los de Bilbao apenas salieron de su campo, por primera vez en el 60' con un remate de Muniain.
La respuesta local fue otro rondo entre la zaga rival, con Correa de nuevo rompiendo líneas para asistir a Morata. El 2-0 fue una explosión en el Metropolitano, una forma de hacer las paces de un equipo que de nuevo puso empeño y además fútbol y goles. El 'Cholo' movió banquillo dando entrada a Costa y Herrera, por un Correa decisivo que parecía vendido en verano, y Gartiano metió a Aduriz.
Los 'leones' siguieron bien domésticados, sin volver a probar a Oblak, para sumar la octava derrota en las últimas nueve visitas a los madrileños. Las dudas de hecho se vuelven a Bilbao, con una victoria en siete partidos en Liga. Diego Costa, que tuvo el gol pero se dejó cazar por Unai Simón, y Koke, disfrutando como cerebro y ovacionado esta vez, coparon el final de la última noche primaveral del Wanda.
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