Di María maltrata al Copenhague (4-0)

Un eléctrico Di María y la habitual voracidad de Cristiano acabaron con las ilusiones del Copenhague que se mantuvieron vivas hasta que el extremo argentino entró en combustión mediado el segundo acto. La primera parte de Marcelo inclinando el campo hacia la meta danesa y el regreso de Varane al equipo fue lo más salientable tras el sonoro tropezón liguero.

Profundidad con Marcelo

El Madrid volvió a presentarse ante su afición cuatro días después del fiasco en el derbi madrileño. Europa como bálsamo para lamer las heridas producidas ante el Atlético, duelo que trajo las primeras dudas sobre la figura de Ancelotti y la actitud de muchos jugadores. El técnico italiano varió el esquema con tres mediocampistas comandados por Illarramendi en el regreso de Modric al equipo inicial. Marcelo y Carvajal incendiarían sus carriles con Varane en el centro de la zaga. Arriba Benzema siguió en el once pese a las dudas del entorno.

Enfrente el Copenhague, el rival más débil del grupo y probablemente de la Champions que venía a Madrid a pelear por no llevarse un saco de goles a tierras danesas. De esta forma todo parecía encaminado a la goleada, único resultado posible con tal diferencia de potencial entre plantillas. Tardó un cuarto de hora el grupo blanco en mostrar su repertorio gracias a las internadas de un fantástico Marcelo. Con el brasileño la profundidad está garantizada y de un centro suyo salió el primero de la noche. El portero Wiland calcula mal su salida y Cristiano remata de cabeza a la red en el segundo palo.

Del asedio al susto

Fueron minutos de agobio del conjunto blanco con múltiples ocasiones desde la banda izquierda donde Marcelo se hinchó a colgar balones que Di María, Benzema o Khedira enviaron al limbo. Sin embargo el Copenhague se estiró y buscó la portería local hasta encontrar las cosquillas a un Casillas timorato en cada balón colgado. Jorgensen cabeceó el balón al larguero tras un error de Iker al no sacar sus puños al aire. El Madrid era zarandeado hasta que la bocina salvó a los madridistas enviando a los equipos al vestuario.

Modric sostuvo el medio completando las labores de zapa con una excepcional visión de juego. Salió del campo por Isco y su labor fue aclamada por el Bernabéu, que justo antes disfrutó del segundo gol, también de Cristiano, en una jugada de tiralíneas trenzada entre Benzema y una fantástica asistencia de rabona por Di María.

El látigo de Di María

Con el 2-0 sólo cabía esperar una catarata de goles y el argentino no tardó en hacer el tercero con un disparo desde fuera del área para demostrar que tiene calidad para hacer de Bale. El galés no estaba, otra lesión justo antes de la cita con los daneses le dejó fuera para desesperación de los dirigentes blancos, que vieron como el argentino hacía el cuarto justo al final.

Sólo quedaba por ver algunos detalles: Comprobar si Benzema era capaz de marcar. No lo hizo y hubo división de opiniones cuando fue sustituido por Jesé Rodríguez en el minuto 80. Su rival, el deseado Morata, saltó también al campo sin éxito y Casillas apareció sacudió sus nervios para salvar un mano a mano y un cabezazo. Un triunfo balsámico.