BP, Castrol y el RACE cierran 2019 alertando sobre el peligro de llamar al teléfono móvil o escribir a personas sabiendo que éstas van conduciendo. Los datos del VI Informe de distracciones, dentro de la campaña pionera ‘Stop Distracciones’ muestran datos preocupantes entre más de 2.100 personas encuestadas, que reflejan el constante aumento del uso del smartphone al volante.
En esta ocasión, y ante las tentaciones de hacer llamadas en las navidades para saber si nuestros seres queridos ya han llegado al destino, para encargos de última hora o simplemente para felicitar las fiestas, BP, Castrol y el RACE alertan del peligro al que exponemos a algunas personas. El 61% de los encuestados realiza llamadas sabiendo que el destinatario va conduciendo, y un 66% les hace llegar algún mensaje (Whatsapp, Telegram, SMS…). Este dato es todavía más preocupante si se le une el hecho de que 90% de las personas se han planteado que esa actitud puede provocar un accidente, además de que prácticamente el total de la encuesta (99%) entiende que usar el móvil al volante puede suponer un riesgo claro de accidente. No sólo eso, el 33% de los preguntados confiesa realizar estas conductas de forma habitual.
Sin embargo, la culpa no es exclusiva de quienes llaman a los conductores, ya que éstos también se ponen en peligro a sí mismos usando de forma voluntaria el ‘smartphone’. Según la encuesta, el uso del móvil al volante está entre las conductas que reconocen llevar a cabo los automovilistas. El 96% confiesa haber visto a alguien hablando por el móvil mientras conduce (80% de forma habitual), y el 76% (el 72% muchas y bastantes veces) usando el móvil sin hablar (manipulándolo o mirándolo).
Otro grave peligro es el de las nuevas funcionalidades de los teléfonos. Los que hace unos años eran niños y adolescentes son ahora conductores de entre 18 y 24 años, y con su llegada al volante han incrementado de forma exponencial nuevos usos agresivos del 'teléfono inteligente’ mientras se conduce, sin que esto suponga un descenso en los peligros habituales, tales como hablar sin manos libres o el empleo del teléfono para chatear o mirar el correo electrónico.
Así, el mayor desfase entre la menor franja de edad y el total de conductores se produce en el uso de las redes sociales: un 12% del total de encuestados confiesa usarlas de forma habitual mientras conduce, elevándose el porcentaje hasta el 17% entre los jóvenes de 18 a 24 años. El uso de las redes sociales al volante de forma habitual se sitúa en quinto lugar, por detrás de la manipulación del móvil como GPS (25%), la mensajería instantánea (19%), las llamadas sin manos libres (14%) o la lectura de correos electrónicos (13%). Derivado de estos usos del móvil al volante, aproximadamente 530.000 conductores reconocen haber sufrido un percance o accidente por culpa de una distracción.
El peatón tecnológico y los atropellos El mal uso del teléfono móvil es un peligro al volante, pero también lo es para los peatones en situaciones de tráfico, siendo usado por 8 de cada 10 de ellos.
En algunos casos, los peatones van completamente aislados de su entorno, especialmente cuando usan auriculares, algo que realizan 3 de cada 5 personas. Entre ellas, los usos más habituales son para escuchar música (44% de ellas muy a menudo, usando el móvil u otros dispositivos), o para hacer o recibir llamadas (28%). Ahora, de cara a las navidades, las felicitaciones, los ‘memes’ y los grupos de whatsapp también distraerán la atención de los viandantes, por lo que desde el RACE recomendamos no usarlo en situaciones de tráfico (cruzando una calle, por ejemplo).
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