Oporto es conocida por muchos como la ciudad de los puentes. Y es algo que no deben dejar de visitar en su viaje a esta ciudad bellísima y que les cautivará como pocas. Uno de los más sorprendentes es el puente de Don Luís, pensado por un ingeniero que fue discípulo de Eiffel. Esta obra de ingeniería conecta en dos niveles el núcleo histórico de Oporto con Vila Nova de Gaia. Otro de los puentes emblemáticos es el de María Pía, construido en 1877 y que serviría de soporte de las vías del tren. Y este sí fue el propio Gustave Eiffel el que se encargó de construirlo, y después de 114 años fue sustituido por el nuevo puente de San Juan. Pero por encima del Duero también pasa el puente colgante que antes de que fuera abierto al público se comprobó que aguantaría al peso colocando 105 toneladas, y el puente resistió. Arrábida y Freixo son los nombres de otras dos obras de ingeniería portuguesa.
Pero Oporto es más que sus puentes, y ustedes conocerán ese antiguo refrán portugués que dice que Lisboa se divierte, Coímbra estudia, Braga reza y Oporto trabaja. Quizás pueda parecer como todos los dichos populares algo exagerado, o una caricatura de la realidad en la que, como en los dibujos, tratan de resaltar alguno de los rasgos característicos y más señalados de las personas y en este caso de esta bellísima ciudad de Portugal. La rivalidad con Lisboa siempre ha sido palpable y la acusaban de tener ciertos aires británicos en su aspecto y carácter desde que se asentaron en ella comerciantes de vinos ingleses. Rivalidad aparte, vayan y sobre todo no dejen de visitar Oporto centro.
Porque esta ciudad, situada al norte de Portugal junto a la desembocadura del río Duero, es un lugar muy especial y que a nadie deja indiferente; tal vez sea ese aire de decadencia que la invade o a la vida que se respira en ella. Y para esa visita pendiente, la primera o las siguientes, no dejen de visitar el centro de la ciudad. Y para ello quizás la Plaza de la Libertad sea el lugar ideal para iniciar su paseo. Porque Oporto es una ciudad para recorrerla andando, disfrutando al máximo de sus estrechas callecitas cargadas de historia y nostalgia. Y esta plaza se encuentra ubicada en el centro, muy próxima a la Torre de los Clérigos y la Estación de San Benito. Desde aquí sale la Avenida de los Aliados, llena de edificios modernistas de principio del siglo XX como el Ayuntamiento, o algunos bancos. Paseen el centro, disfrutando al máximo de sus estrechas callecitas cargadas de historia y nostalgia. No se pierdan un paseo al anochecer junto a la ribera del río Duero, la sensación que produce entrar en el Mercado do Bolhao o el sabor de sus dulces vinos.
Y para visitar Oporto centro, nada como reservar un apartamento que les permita vivir la ciudad con libertad de horarios, y si viajan en familia alojarse y sentirse como en casa. Visiten Expedia.es y elijan el suyo. Oporto lo merece.
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