Manifestantes iraníes han tomado las calles por tercer día después de que el Ejército iraní reconociera que derribó accidentalmente un avión ucraniano la semana pasada, matando a las 176 personas que iban a bordo. Inicialmente Irán negó haber derribado el avión, pero luego la Guardia Revolucionaria de ese país asumió la responsabilidad de lo que las autoridades describieron como un “error catastrófico”.
El avión que se dirigía a Kiev fue derribado apenas unas horas después de que las fuerzas armadas iraníes dispararan 22 misiles contra las bases militares en Irak que albergan a soldados estadounidenses, en represalia por el asesinato por parte de Estados Unidos del comandante iraní Qasem Soleimani.
Se informa que las fuerzas armadas iraníes utilizaron munición real y gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes.
El embajador británico en Teherán, Rob Macaire, fue detenido brevemente en Irán, luego de que las autoridades afirmaran que participó en las protestas desatadas por el derribo del avión. El embajador Macaire niega haber estado en las protestas. Las víctimas del accidente de avión incluyen a 82 iraníes y 57 canadienses, y entre los muertos se encontraba la estudiante de doctorado de una tribu indígena iraní Ghanimat Azhdari.
|