La selección española de balonmano buscará este viernes (18.30 horas/Teledeporte) ante uno de sus 'eternos' rivales en este deporte, la dura Francia, actual campeona olímpica, el pase a la gran final del Campeonato de Europa de Balonmano, que se está disputando en Dinamarca hasta el próximo domingo.
La campeona del mundo ha cumplido con el primer objetivo marcado y se ha clasificado para las semifinales por cuarto gran torneo de los últimos cinco disputados. Tercera en el Mundial de Suecia de 2011, cuarta en el Europeo de Serbia de 2012 y oro en el Mundial de 'casa' del año, faltó únicamente a la pelea por el podio olímpico en Londres, donde fue apeada precisamente por Francia.
Aquella cita queda en el recuerdo de muchos de los jugadores de Manolo Cadenas, que vieron como dejaron escapar una gran primera parte para acabar, tras resistir la mejora y la dureza defensiva 'bleu' en la segunda parte, perdiendo con el tiempo prácticamente finalizado por un gol de Accambray tras un rechace de Sterbik.
La revancha anímica llegó meses después con el segundo título mundial, en un campeonato donde Francia no peleó por las medallas, apeada por Croacia en los cuartos de final y tras un torneo discreto. Tampoco lo había hecho en el Europeo de 2012, donde España la derrotó (29-26) en la primera fase.
Ahora, los dos equipos se vuelven a ver las caras con un suculento premio en juego, una final continental que los españoles no pisan desde hace ocho años, cuando lo lograron, precisamente un año después de ser campeones del mundo, en Suiza, perdiendo en la final contra los franceses, favoritos para este duelo por las sensaciones ofrecidos por ambos en su caminar hacia esta penúltima ronda.
'Les Experts' han tenido rivales de mayor nivel (Polonia, Rusia, Serbia, Croacia o Suecia) que los de Manolo Cadenas y llegan al partido con una única derrota en su haber, el trámite de este miércoles ante los suecos (28-30), donde Claude Onesta repartió mucho los minutos para llegar frescos a los dos partidos más importantes.
Karabatic, a gran nivel
Su triunfo ante los croatas dice mucho de la calidad de un equipo que ha afrontado en este campeonato una paulatina renovación en sus filas, pero que sigue manteniendo la columna vertebral clave de su dominio en los últimos años, liderada por el lateral del FC Barcelona Nikola Karabatic, que una vez cerrado su caso sobre su presunta implicación en un caso de apuestas ilegales en la liga de su país, vuelve a ser la gran amenaza y el líder 'bleu'.
Junto a él, Daniel Narcisse, Luc Abalo y el veterano Jerome Fernández siguen a gran nivel, mientras que la defensa, de mucho contacto físico y muy dura, continúa siendo una de sus bazas, reforzada por la recuperación en la portería de Thierry Omeyer que se perdió los primeros partidos y que ha elevado el nivel de los campeones olímpicos.
Para tener opciones España tendrá que recuperar su mejor versión defensiva, lo más cercana posible a la que llevó a la conquista del oro mundial en el Palau Sant Jordi. La campeona del mundo se clasificó con las buenas sensaciones de un triunfo, aunque no debe olvidar que despistes o lagunas como las sufridas ante Noruega, Islandia o Austria no se deben volver a producir ante la entidad del rival.
Cadenas deberá aleccionar a su 6-0 para evitar que Narcisse, Karabatic o Fernández encuentran facilidades para lanzar hacia Sierra y Pérez de Vargas y poder usar el arma del contragolpe, mientras que en ataque ha pedido velocidad en la circulación y evitar las situaciones de uno contra uno.
Francia se cerrará sobre Julen Aginagalde, por lo que el ataque español deberá encontrar a sus extremos y que el lanzamiento exterior, sometido a un nuevo examen, dé soluciones. En este sentido, Joan Cañellas está asumiendo mucha responsabilidad y necesitará la ayuda de Jorge Maqueda y Raúl Entrerríos para resquebrajar la confianza de un Omeyer, que si la encuentra, se vuelve muy peligroso.
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