”La Fisioterapia es una profesión sanitaria relativamente joven, en continua evolución en cuanto a técnicas y campos de actuación y el ámbito oncológico es uno de los más recientes y desconocidos” señala Mª Jesús Martínez, profesora de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia “San Juan de Dios”-Comillas (EUEF) con motivo del Día Mundial contra el Cáncer que se conmemora el 4 de febrero.
El objetivo de la Fisioterapia oncológica es mejorar la calidad de vida de los pacientes antes, durante el tratamiento, en su recuperación, tras su superación y en las fases terminales de la enfermedad. “En este sentido –aclara Martínez- los fisioterapeutas tenemos herramientas para abordar esas consecuencias, como puede ser trabajar los tejidos en la mejora de su movilidad y sensibilidad así como de las cicatrices, en los problemas articulares y musculares, en la disminución del dolor y la fatiga e incluso en los problemas sexuales derivados de estos tratamientos”.
Un claro ejemplo de ello es el caso de los linfedemas secundarios, una de las consecuencias más importantes en el paciente oncológico y que, en el caso del cáncer de mama, alrededor del 30 por ciento de estas mujeres aproximandamente lo desarrollan. Se trata del volumen producido por una obstrucción o un mal funcionamiento en los canales linfáticos del organismo, produciéndose una acumulación de líquidos por debajo de la piel. “En este caso –explica la profesora y experta en drenaje linfático manual-, la Fisioterapia puede prevenir el desarrollo del linfedema mediante recomendaciones e información al paciente, ejercicio terapéutico y otras técnicas. En el momento en el que éste se desarrolla existen técnicas como la terapia descongestiva compleja”.
La enfermería, “a pie de sillón” con los pacientes oncológicos
La enfermería, como ciencia del cuidado, está presente durante la prevención el diagnóstico, tratamiento y seguimiento del paciente oncológico, así como en los cuidados de soporte. Como señala Julio de la Torre, profesor de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia “San Juan de Dios”-Comillas, “la enfermería es necesaria en el largo recorrido del paciente, ya que somos los que administramos los tratamientos, especialmente complejos, y trabajamos a pie de cama y, en oncología especialmente, a pie de sillón en los hospitales de día, que han sido el centro de vida en el área de oncología”
A esto se suma que el diagnóstico del cáncer siempre es complicado, incluso en los casos más leves en los que el tratamiento quimioterápico ni si quiera está indicado. “Nosotros siempre estamos en esos momentos ofreciendo apoyo, consejo, siendo el enlace en las pruebas complementarias y considerando al paciente como centro de toda la atención que merece”.
La formación, el futuro en el tratamiento contra el cáncer
En ambas profesiones sanitarias, Fisioterapia y Enfermería, la formación específica es trascendental. Dada la importancia de la oncología, en la Escuela de Enfermería y Fisioterapia “San Juan de Dios”-Comillas se dedican muchas horas de docencia al manejo del paciente oncológico en todas las esferas del cuidado: desde el punto de vista de los tratamientos a administrar, de aspectos relacionados con el diagnóstico, la cirugía o el afrontamiento de malas noticias, y también las buenas.
Como señala De la Torre, director también de la revista oficial de la Sociedad Española de Enfermería Oncológica (SEEO), “las cifras del cáncer en España, recién publicadas, no admiten mucha discusión: alta prevalencia, mayor supervivencia y tratamientos más complejos, por lo que los cuidados al paciente con cáncer deben ser proporcionados por especialistas”
“Al igual que en Enfermería, en Fisioterapia se cuenta con profesores especializados en este campo y desde el grado formamos a nuestros alumnos a través de distintas asignaturas que van desde el conocimiento del proceso oncológico hasta herramientas específicas para sus secuelas, teniendo siempre muy en cuenta la Fisioterapia como parte del abordaje multidisciplinar”, explica Mª Jesús Martínez. “Además –añade De la Torre- la formación en comunicación es transversal en todas las asignaturas”.
Tal y como destacan ambos profesionales, con el cáncer presente en nuestras realidades familiares, los alumnos suelen sentir mucho interés por esta especialidad y les supone un gran reto profesional que les atrae. Son profesiones del cuidado y, por tanto, trascendentales en el paciente oncológico.
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