| Ficha técnica | 83 - Real Madrid: Draper (0), LLull (19), Darden (0), Mirotic (18) y Mejri (6) -quinteto titular- Sergio Rodríguez (11), Slaughter (4), Reyes (12), Alberto Martín (-), Rudy Fernández (13), Barreiro (-) y Dani Díez (0).
74 - Herbalife Gran Canaria Bellas (12), Newley (2), Hansbrough (15), Martín (8) y Baéz (11)-quinteto inicial- Oliver (12), Alvarado (0), Borovnak (0), Tavares (10), O’Leary (2), y Beirán (2).
Parciales: 18-19, 19-19, 20-23, 26-11.
Árbitros: Hierrezuelo, Calatrava y Martínez Díez.
Incidencias: Vigésimo quinta jornada correspondiente a la fase regular de Liga Endesa, disputado en el Palacio de los Deportes (Madrid) ante 10.276 espectadores. |
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La gloria de ser el primer equipo doméstico en vencer al Real Madrid ha superado al miedo de acabar derrotado tras una interminable paliza de canastas. Los adversarios ya salen a pista sin temor al cuadro de Laso. Ni siquiera el estar en el Palacio de los Deportes frena ese deseo de hacerse un hueco en esta historia reciente del baloncesto. El Gran Canaria es un ejemplo de esta metamorfosis; aunque también sucumbió ante el talento del Real Madrid.
Su carta de presentación fue un 2-6 en apenas un suspiro. Aupados en el baloncesto anotador de Baéz (8 puntos en el primer cuarto), el cuadro canario hizo ver al Real Madrid que no estaban de visita en la capital. Que venían a ganar. El aviso se transformó en algo más serio con el comienzo del segundo cuarto (0-9 de parcial) y el Gran Canaria se sitúo por encima de los psicológicos diez puntos de ventaja (18-29). El motivo, evidentemente, era el buen hacer de los chicos de Pedro Martínez, no cometiendo errores y muy concentrados. A esto se sumó que el Real Madrid estaba completamente atascado.
Defensivamente, especialmente en la pintura, era un coladero, dando todo tipo de facilidades al rival para encontrar el mejor ángulo de tiro; ofensivamente, el atasco era idéntico. Ni un atisbo de ese juego coral que tantas buenas acciones han dejado para el recuerdo. La alarma sonó y entonces aparecieron Rudy Fernández, Sergio Rodríguez y Felipe Reyes. Tres pesos pesados que con unas cuantas acciones en solitario recuperaron al Real Madrid de su letargo: 37-38. Y descanso.
Mirotic, avanzadilla El tercer cuarto arranco viendo al Real Madrid ponerse, por primera vez en el partido, por delante en el marcador: 40-38. Los minutos siguientes fueron el momento de dulce de Mirotic con 10 puntos consecutivos (acabó el cuarto con 24 de valoración), lo que supuso una renta cómoda para el Real Madrid: 52-45. No se rompió el partido. El Gran Canaria continúo dando guerra (con Bellas al mando y Hansbrough como anotador) y no sólo consiguió remontar, sino que alcanzó el epílogo del partido en ventaja: 57-61.
El marcador, no obstante, ya era engañoso. El Real Madrid ya se movía en sus ritmos de campeón intratable: buena defensa, ataque mortífero y velocidad en el juego. Sólo hubo que esperar dos minutos para que los blancos estuvieran en ventaja: 69-64 a siete minutos para el final. Fue el comienzo del fin para el Gran Canaria. Con Sergio Rodríguez al mando (y anotando), el Real Madrid empezó a carburar y alcanzar una renta importante a tenor de cómo se había movido el partido: 74-66. Aparte del base canario, Reyes y Llull (el más consistente de comienzo a fin) asumieron el protagonismo anotador (26-11 de parcial) hasta cerrar una trabajada victoria 50 de la temporada (en 52 encuentros).
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