San Pablo vivió el segundo derbi sevillano de la historia y de la temporada, después del celebrado a principios de temporada en la Copa España. Y, como aquel, el Betis Basket volvió a salir victorioso frante al Naturavia Morón, pero con un resultado (74-68) y un desarrollo de partido bien distinto al de aquel.
Porque hoy los moronenses, aunque no han podido estrenar su casillero de triunfos, han demostrado que es un equipo que sigue muy vivo, y que antes o después comenzará a sumar unos triunfos que, al menos, le proporcionen moral y ánimos para seguir en la temporada de esta durísima Primera FEB.
Los visitantes, apoyados por una numerosa y encomiable afición, tuvieron opciones hasta los últimos segundos de mandar el duelo a la prórroga pese a haber ido perdiendo por hasta 17 puntos, pero terminaron por morir en una orilla a la que sí llegó un Betis que, ahora sin De Bisschop, sigue andando bastante bajo de nivel como para seguir de cerca a los líderes de la categoría y luchar así por el ascenso directo.
El Morón salió con ímpetu, reforzado por la animosidad de la notable cantidad de aficionados de la localidad presentes en San Pablo. Badji y Kouadio, éste con un 2+1, respondieron al triple inicial de Benite colocando, casi de salida, las únicas ventajas de las que gozaron los visitantes (3-7, min 2).
Se impone la calidad exterior verdiblanca Porque a poco el Betis, pese a estar cada vez más debilitado en el juego interior, fue imponiendo su calidad, con los puntos de Benite y Renfroe, y el aprovechamiento de contras después de pérdida rival y buena defensa por su parte.
Así, Jelínek con un tiro de media distancia y Domenech, con un triple, pusieron la máxima hasta el momento (24-12), antes de que Santana, con canasta y luego con un tiro libre postrero la dejara en -9 (24-15, min 10).
El segundo cuarto no vivió el despegue total verdiblanco por dos motivos: uno, que los de García de Vitoria, pese a no estar mal, tampoco anduvieron en plan súper; y otro, la labor de Badji. El pívot senegalés del Morón mantuvo con una cierta vida a su equipo gracias a su labor ofensiva bajo tableros, con puntos y cargando el rebote (14/8 al descanso y 23/12 al final). De no haber sido por él, el choque habría quedado poco menos que sentenciado al intermedio.
Porque la renta en verdiblanco fue poco a poco en aumento, lento pero progresivo, frente a un rival que, Badji aparte, ni se rendía ni podía hacer más, al mismo tiempo. Jelínek, con un triple -su segunda canasta- colocó el +16 antes de que Norris dejara la distancia en 14 al descanso (45-31).
Renacimiento del Morón Y bien que agradecieron los visitantes la labor superviviente de su pívot, porque tras la vuelta de vestuarios los moronenses fueron otros. No les importó que Radoncic colocara la máxima para el Betis con un triple inicial (48-31): los visitantes no se vinieron abajo y poco a poco lograron meterse en el partido.
Un mate de Tamba les puso por vez primera por debajo de los diez (50-41 min 25), lo que provocó que García de Vitoria pidiera tiempo muerto. Y un triple de Santana, celebradísimo por el base y por la numerosa afición moronense, les puso acto seguido tan solo a seis (50-44).
Entonces surgieron dos chispazos de Hughes y Jelinek a modo de triples para volver a estirar la ventaja bética más allá de los diez puntos; pero ello no desanimó al Morón, que logró entrar en el último cuarto tan solo nueve por debajo (58-49).
Nueve que volvieron a ser seis con un triple de M'Madi (60-54) y que pudieron ser menos, pero el Morón falló un ataque posterior y Hughes respondió con un nuevo triple (63-54, min 32). El partido seguía especialmente bonito, aunque el Morón podía lamentar el no haber aprovechado la ocasión de haber metido presión de verdad, con tanto tiempo por delante.
Final casi de infarto No fue así, porque los visitantes nunca se dieron por vencidos, pese a que el Betis recobró los doce puntos de ventaja con un triple de Hughes (69-57, min 36). El Morón siguió remando y teniendo vida hasta el final; incluso con opción de empatar el partido al llegar tan solo tres abajo a los últimos segundos.
Pero Kouadio se volvió un tanto loco con una penetración suicida, fallando y terminando con las opciones de un Morón que, pese a seguir a cero victorias y, por tanto, sin plumas como su popular gallo, continúa cacareando más que nunca, a sabiendas que, de seguir así, es casi seguro que no logre evitar el descenso pero sí que va a dar mucha guerra a lo largo de lo que resta de liga.
El Betis, por su parte, sigue invicto como local y ha podido despedir 2024 manteniendo tal condición; pero sus carencias, si el equipo no se refuerza, hacen poco menos que inviable el objetivo de ganar la liga de Primera FEB que su presidente sigue manteniendo en su arenga navideña. Si acaso, vía play-off; porque para subir directamente este equipo ha de mejorar notablemente, sobre todo en el juego interior.
74 - REAL BETIS BALONCESTO: Renfroe (8), Benite (11), Jelínek (10), Radoncic (7), Kasibabu (8) -cinco inicial- Hughes (17), Atencia (2), Domenech (5) y De la Torre (3).
68 - C.B. NATURAVIA MORÓN: J. Marín (-), Kouadio (14), Jiménez (2), Tamba (10), Badji (23) -cinco inicial-, M'Madi (9), Santana (3), Norris Jr (2), Da Silva (5), Giedraitis (-) y Espinosa (-).
PARCIALES: 24-15; 21-16; 13-18 y 16-19. ÁRBITROS: Enrique Miguel López Herrada, Antonio Manuel Zamora Rodríguez y Jorge Caamaño Muñoz. Eliminaron por personales al local Domenech. INCIDENCIAS: Decimocuarta jornada en Primera FEB. Pabellón San Pablo (Sevilla); algo más de media entrada con notable presencia de aficionados visitantes en las gradas.
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