El Betis Basket sigue sin conocer la derrota como local, siendo esto lo único positivo que se puede extraer del partido de esta noche. Los verdiblancos, tocados profundamente tras las últimas palizas en Fuenlabrada y en la Copa España, han ganado esta noche al penúltimo clasificado de Primera FEB, el HLA Alicante (79-68), en un partido que no pasará precisamente a la historia.
Porque este equipo sigue sin tener el nivel como para ascender sí o sí, tal y como continúa pregonando su presidente, Pedro Fernández. De momento se coloca cuarto con un triunfo más que el Palencia pero también con un encuentro más; pero o se refuerza la plantilla o la cosa no va a tener demasiado recorrido, como ya casi todo el mundo se teme. Y el partido de hoy, pese a la renta final, ha sido una muestra más.
De hecho el primer cuarto ya fue un tanto al tran tran; ya que al Betis no le hizo falta emplear más de una velocidad para ir tomando distancias sobre su rival alicantino. Radoncic, con buenas acciones en la zona; y Benite, desde el triple, colocaron inmediatamente un +9 (14-5, min 5) con el que el técnico del HLA debió pedir su primer tiempo muerto.
Tras el mismo su equipo reaccionó, o al menos comenzó a activarse frente a un Betis que seguía jugando en 1ª-2ª. El exterior Moute A Bidias lideró la reacción alicantina, que llegó a recortar hasta los dos puntos (20-18), a escasos segundos del primer intermedio.
El segundo cuarto fue aún más extraño. Irregularidad, fallos y chispazos puntuales que le servían al Betis para tomar y mantener una ventaja en torno a los seis puntos. No parece dar mucho más de sí este equipo del que cada vez sale más gente y casi nadie llega; aunque uno de esos, el retornado Tunde, al menos hoy sí que ha tenido minutos. Eso sí, demostrando estar todavía fuera de forma y de dinámica.
Radoncic, descalificado Entonces llegó el momento de la polémica, cuando los árbitros castigaron a Radoncic con dos técnicas consecutivas supuestamente por protestar, lo que supuso su descalificación cuando apenas se llevaban 15 minutos. No sabemos qué le pudo decir el balcánico a los colegiados, pero desde luego la decisión pareció tomarse con una dureza y rigor extremos.
Paradójicamente esto sirvió para que la grada y el Betis se reactivaran un poco. Tras el correspondiente carrusel de tiros libres transformados por el pívot Larsen (32-29), el Betis enlazó un parcial de 8-1, siempre dentro de la irregularidad generalizada, que le sirvió para marcharse al descanso con una ventaja interesante. Ello fue gracias sobre todo a dos triples seguidos de Jelínek, quien colocó el 40-30 con el que los jugadores se fueron a vestuarios.
Benite al rescate El Betis siguió sin levantar el nivel en el reinicio del choque. De hecho se tuvo que encomendar al extraordinario acierto de un Vitor Benite al que hoy le tocaba el día bueno en el tiro. Los 14 puntos del brasileño en el tercer cuarto, con cuatro triples (acabó con 25 como máximo anotador del partido), evitaron más males a los suyos ante unos compañeros que, salvo Jelínek, apenas si respondían y ante un Alicante que, con sus limitaciones, seguía sin perder la cara.
De hecho los visitantes ganaron el parcial por tres puntos (61-54 en total, min 30), lo que dejaba claro que aún había partido. Pero cuando vas penúltimo es por algo; y el HLA Alicante fue incapaz de aprovechar las opciones concedidas para meter miedo de verdad a un equipo, el de Gonzalo García de Vitoria, cuyo sitio en Primera FEB sigue estando, pese al triunfo y la diferencia final, y a seguir sin perder en casa, bastante lejos del que continúa alardeando su presidente.
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