Alrededor de tres millones de personas padecen diabetes tipo 2 en España, una enfermedad con un alto coste social y un gran impacto sanitario debido a las complicaciones agudas y crónicas asociadas. Se estima que entre el 6,3 y el 7,4% del presupuesto del Sistema Nacional de Salud se dedica a la atención de estos pacientes1 y que las complicaciones y las hipoglucemias (bajadas bruscas del nivel de glucosa en sangre) incrementan hasta cuatro veces el coste. De hecho, dichas complicaciones, como nefropatía y enfermedad renal, retinopatía y enfermedad cardiovascular, son la causa del 71,4% del coste directo de la diabetes tipo 2 en nuestro país2. Por estos motivos, “el abordaje terapéutico de la diabetes tipo 2 se dirige a un mejor control glucémico, así como del peso corporal y otros factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión arterial”, explica el doctor Javier Salvador, presidente de la Fundación de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (FSEEN).
Uno de los grandes problemas de esta enfermedad es la alta agregabilidad de otras condiciones, tales como la hipertensión, la hiperlipemia, la obesidad, etcétera, que pueden estar interrelacionados causalmente o no. En palabras del doctor Manel Puig, presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), “cuando dos o más de estos trastornos coinciden, aumenta enormemente el riesgo cardiovascular, por lo que es necesario que, desde la práctica clínica, se unifiquen los criterios de control, ya que no en todas las comunidades autónomas se utilizan los mismos, y éstos se cumplan”. Dichos criterios deben plantearse por categorías de pacientes, ya que “no pueden ser iguales para una persona con 75 años con un infarto de miocardio que una persona de 50 años que no ha tenido ningún evento cardiovascular”. Cabe destacar que la prevalencia de la diabetes es mucho más frecuente a partir de los 55-60 años, de tal modo que a partir de los 60 años más del 25 % de las personas padecen diabetes tipo 2. Asimismo, un aspecto importante es que casi la mitad de los casos de diabetes están sin diagnosticar.
Diabetes y obesidad crecen en paralelo y confluyen en un gran número de personas, lo que es más alarmante aún si se tiene en cuenta que, cuando coinciden, se dispara el riesgo cardiovascular. Asimismo, la hipertensión arterial está presente en más de la mitad de las personas que tiene diabetes tipo 2. “El aumento de la prevalencia del sobrepeso y la obesidad y de la esperanza de vida están provocando el crecimiento de la diabetes tipo 2 en España”, explica el doctor Puig. Para este experto, “debido a los hábitos de vida adoptados en los últimos años, se estima que durante al menos dos generaciones seguirá aumentando la incidencia y prevalencia de la diabetes tipo 2”.
Si bien existe aún mucho camino por recorrer y la enfermedad cardiovascular sigue siendo la primera causa de mortalidad en las personas con diabetes tipo 2, este experto hace hincapié en que algunos estudios apuntan a que “la tasa de mortalidad en estos pacientes por motivos cardiovasculares empieza a asemejarse a la que se presenta en población sin diabetes tipo 2, lo que se debe al control cada vez más temprano y eficaz de trastornos asociados a esta enfermedad”. En los próximos años, a este logro colaborarán también los nuevos tratamientos que se están desarrollando para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y que se dirigen a controlar, no solo la glucemia sino también otros trastornos asociados. “Es el caso de los inhibidores de SGLT-2 como una nueva vía de tratamiento para el control de la glucosa que, además, controla el peso corporal y la hipertensión”, explica el doctor Puig. “Además, no presentan riesgo de hipoglucemias”.
Tres endocrinólogos por 100.000 habitantes: lo ideal
Respecto a la situación de la especialidad en nuestro país, la dotación recomendada por la SEEN para ofrecer un servicio adecuado a la población es de tres endocrinólogos por cada 100.000 habitantes. Actualmente la media nacional está alrededor de dos por cada 100.000. En este sentido, si bien todos los hospitales de referencia disponen en la actualidad de Servicios o Unidades de Endocrinología y Nutrición, “la dotación de especialistas por habitante es aún baja especialmente en algunas regiones”, afirma el doctor Salvador.”.
En cuanto a la formación MIR, la mayoría de los hospitales de referencia de España tienen acreditación docente para la formación de Médicos Internos Residentes en la Especialidad de Endocrinología y Nutrición, “lo que garantiza una sólida formación al terminar su formación hospitalaria. Todo ello ha supuesto una mejora evidente de la calidad asistencial, tanto ambulatoria como de hospitalización, en los últimos años”, explica el presidente de la Fundación SEEN.
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