Con la llegada del buen tiempo regresa a la palestra la preocupación por el cáncer de piel, cuyo día mundial se celebra cada 13 de junio. Una jornada para concienciar sobre la importancia de cuidar la piel, ámbito en el que los especialistas de IMR trabajan los 365 días del año. El sol no descansa, pese a que según el SkinData sólo 1 de cada 4 españoles utilice protección solar de manera habitual. Una medida imprescindible para prevenir el cáncer de piel, junto al sistema de dermatoscopia digitalizada, es conocer el ABCDE de los lunares y la visita anual al dermatólogo, tal y como explica la Dra. Cristina Corredera, especialista en Dermatología Médico-Quirúrgica de IMR. Elegir una buena protección solar y aplicarla en la cantidad adecuada es clave para garantizan una exposición solar segura.

Cómo garantizar una buena protección solar
La fotoprotección es la herramienta más útil para prevenir el cáncer de piel, una enfermedad que afecta a jóvenes y mayores. Los dermatólogos de IMR insisten en el hábito de proteger la piel del sol los 365 días del año, especialmente cuando se trata de un perfil de riesgo (piel blanca, tendencia a los lunares o manchas y/o antecedentes familiares.) El protector solar es clave para prevenir las quemaduras solares, reducir el riesgo de cáncer de piel y ayudar a prevenir los primeros signos de envejecimiento cutáneo. Cuando elijas un filtro UV asegúrate de que cumpla estas condiciones:
Amplio espectro: el protector solar debe proteger la piel de los rayos ultravioleta A (UVA) y ultravioleta B (UVB), ambos causantes de cáncer. Elegir un FPS 30 o superior: la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV) recomienda utilizar mínimo un FPS 30, preferiblemente FPS 50. Resistente o muy resistente al agua: siempre que sea posible, escoge un fotoprotector que sea resistente al agua para mejorar la protección con la piel mojada de agua o sudor. Cantidad recomendada: para la piel del rostro la cantidad adecuada son dos líneas extendidas en dos dedos. En cuanto al cuerpo, sería el equivalente a dos cucharadas para toda la piel que se vaya a exponer al sol, incluidos los pies, las manos, las orejas y la cabeza. Quince minutos antes: aplica el protector solar antes de exponerte al aire libre, ya que a piel tarda alrededor de 15 minutos en absorberlo y comenzar su protección. Reaplica el protector solar cada dos horas o inmediatamente después de nadar o sudar. Las personas que se queman con el sol generalmente no aplicaron suficiente protector solar, no lo volvieron a aplicar después de exponerse al sol o utilizaron un producto caducado. La protección solar por sí sola no siempre es garantía de una fotoprotección completa: siempre que sea posible, busca sombra, utiliza ropa como barrera frente al sol y evita la exposición en las horas centrales del día.
La dermatóloga recomienda combinar medidas físicas como gorros, camisetas o sombrillas, medidas tópicas – fotoprotección solar – y fotoprotectores orales. Vitaminas que se toman a diario y que aumentan la protección de la piel frente al sol. Hay que disfrutar de la vida al aire libre, pero sin olvidar las medidas adecuadas, así como evitar las horas de máxima exposición solar.
Protección solar FPS: qué significa el factor de protección solar
El FPS, abreviatura de Factor de Protección Solar en inglés, indica cuánto tiempo protegerá tu piel de los rayos UV. A medida que la protección solar FPS aumenta, también lo hace la duración de la protección. Por ejemplo, un FPS 50 permitirá que te expongas al sol durante más tiempo sin quemarte que un FPS 30.
A grandes rasgos, existen dos tipos de filtros de protección solar: los filtros físicos (o minerales) y los filtros químicos. Los filtros físicos protegen la piel creando una barrera física que refleja la luz UV, por lo que es habitual que dejen un color blanquecino. Por el contrario, los filtros químicos absorben la luz UV ya que trabajan protegiendo desde el interior. La cantidad de rayos UV filtrados depende del nivel de FPS aplicado:
La protección solar SPF 15 bloquea el 93 % de rayos UVB. La protección solar SPF 30 bloquea el 96.7 % de rayos UVB. La protección solar SPF 50 bloquea el 98 % de rayos UVB. La protección solar SPF 100 bloquea el 99 % de rayos UVB.
Los rayos UVB no pueden filtrarse por completo, motivo por el cual es importante reaplicar protección solar al menos cada 2 horas.
¿Qué nivel de protector solar debo usar?
Para garantizar una protección solar adecuada, los dermatólogos recomiendan un FPS mínimo de 30, independientemente del fototipo que se tenga, ya que las pieles oscuras también necesitan protegerse contra rayos dañinos del sol.
Un protector solar con FPS 50 proporciona alrededor de un 98% de protección contra los rayos UVB, mientras que un FPS 30 ofrece aproximadamente un 96.7%. Los niveles de protección solar por encima de FPS 50 solo ofrecen una mejora relativa, ya que ningún FPS garantiza una protección del 100%. En la mayoría de los casos, un FPS 30 brinda una protección adecuada si se aplica correctamente, aunque el FPS 50 es la opción más segura para prevenir el daño solar. Es crucial entender que cuanto mayor sea el número de SPF, mayor será la protección solar y resistencia contra los rayos UV para la piel, explica la especialista.
Medidas preventivas: cuando debemos acudir al dermatólogo
La prevención se puede hacer desde muchos puntos de vista, porque podemos prevenir teniendo hábitos de vida saludables con respecto a la exposición solar, podemos prevenir si tenemos por ejemplo muchas manchas, acudiendo a eliminarlas porque eso hace que se revierta el daño solar acumulado o bien si tú tienes ya lesiones en el cuerpo, observando que haya un cambio de tamaño, de color, explica la Dra. Corredera y añade, que tú veas que esa lesión no estaba como está. Eso es un motivo de acudir a la consulta para ver si realmente ha aparecido una lesión cancerosa o cancerígena y luego otro motivo es que aparece una nueva lesión, lesiones que suelen ser rasposas como una pequeña herida que no cura, como una rojez que va creciendo poco a poco en el tiempo y no desaparece. Entonces es relativamente fácil. O es una lesión que tienes y que ha cambiado o es una lesión nueva que no desaparece. De ahí la importancia de la revisión anual al dermatólogo. Por otro lado, añade, actualmente lo que buscamos es la prevención a través de la regeneración, es decir, contar con una rutina a base de activos como el retinol o el ácido glicólico que hacen que la piel se esté renovando de manera continua y por tanto revirtiendo el daño solar y el cáncer de piel.
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