Las nuevas infecciones por el VIH se reducen en casi un tercio del pico
epidémico, según un estudio que muestra además que, con los avances
en la reducción del VIH a nivel mundial, el éxito varía por países y
regiones, alcanzando su punto máximo y reduciéndose en diferentes
momentos. A nivel regional, la carga de VIH se concentra en el África
subsahariana y los niveles de prevalencia son más altas en Botswana,
Lesotho y Swazilandia (por encima de 12.000 por cada 100.000
personas).
Publicado este martes en la revista 'The Lancet', el estudio 'Incidencia y
mortalidad global, regional y nacional por el VIH, la tuberculosis y la malaria durante los
años 1990: un análisis sistemático de la carga global de enfermedad de 2013', fue
realizado por un consorcio internacional de investigadores del Instituto para la Métrica y
Evaluación Sanitaria (IHME, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Washington, en
Estados Unidos.
Los hallazgos se dieron a conocer en la Conferencia Internacional sobre el sida de Melbourne, Australia. El doctor Christopher Murray, director del IHME y cofundador de la
Carga Mundial de Morbilidad (GBD, por sus siglas en inglés), presentó los resultados en un
evento donde estuvo acompañado por Richard Horton, editor en jefe de 'The Lancet';
Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA; Deborah Birx, coordinadora global del sida
en Estados Unidos; y Mark Dybul, director ejecutivo del Fondo Mundial de Lucha contra el
sida, la tuberculosis y la malaria.
Los investigadores encontraron una variación similar en otras regiones. En el sudeste de
Asia, las tasas de VIH son sustancialmente mayores en Tailandia y Papua Nueva Guinea,
además de relativamente altas en algunas partes de Europa y Asia Central (Portugal,
España, Ucrania, Rusia y Kazajstán) y en América Latina y el Caribe (Panamá, Honduras,
Belice, Guatemala, Guyana, Surinam, Haití, República Dominicana, Jamaica , y las
Bahamas), donde los niveles de prevalencia son superiores a 220 por 100.000.
El número anual de nuevas infecciones se ha reducido en casi un tercio entre el pico
mundial entre 1997 y 2013, con una disminución de nuevas infecciones en niños en más
de un 7 por ciento cada año desde el año 2000 en comparación con una disminución
anual del 2,4 por ciento en los adultos, demostrando la impacto de las intervenciones para
reducir la transmisión entre las madres y sus hijos.
Las nuevas infecciones en los niños ha pasado de 340.000 en 2000 a 134.000 en 2013, a
una tasa anual del 7,2 por ciento, mientras que las nuevas infecciones en adultos se han
reducido de 2,3 millones hasta 1,7 millones, cayendo al 2,4 por ciento por año, en
promedio, durante este periodo.
En 2013, los nuevos casos de VIH se produjeron por igual en hombres y mujeres y la
incidencia del VIH en los niños así como los adultos mayores es similar en ambos sexos.
Sin embargo, hubo más infecciones en las mujeres que que en los hombres en edades de
15 a 24 años y más muertes por el VIH en los hombres (53,9 por ciento) que en las
mujeres y las niñas.
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