Las fuerzas griegas atacaron a migrantes con gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento cuando miles de refugiados llegaron a la frontera turca con Grecia después de que Ankara anunciara que ya no intentaría impedir la entrada a Europa.
Miles de personas, incluso familias con niños pequeños, están ahora atrapadas en la frontera. Esto fue lo que dijo un refugiado sirio describiendo la escena este fin de semana.
Un refugiado sirio expresó: “Hace dos días que estamos aquí. Hay niños de hasta dos meses de edad. No nos están dejando entrar. Nos lanzan gases lacrimógenos. A un hombre le dispararon en la mano y lo tuvieron que llevar al hospital. No tenemos comida. Mire a estos niños”.
La medida de Turquía de flexibilizar las restricciones fronterizas se produjo mientras una ofensiva del Gobierno sirio respaldada por Rusia en la provincia de Idlib ha desplazado a casi un millón de personas, cuya mayoría huye hacia la frontera turca.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha amenazado regularmente con abrir la frontera para presionar a Europa a favor de la asistencia militar en Siria, donde decenas de soldados turcos han sido asesinados en los últimos días y semanas.
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