Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Internet | Online | Globalización

Lo virtual nos cautiva

“Un desarrollo tecnológico sin ética nos acaba deshumanizando totalmente”
Víctor Corcoba
jueves, 5 de marzo de 2020, 08:22 h (CET)

La necedad de pensar que uno se basta a sí mismo es una de las mayores torpezas del ser humano, que nos llena de acontecimientos dolorosos, presos por el maldito desenfreno y encerrados en una soledad virtual que no alienta ni alimenta. Todo es confusión. La tribu de los charlatanes y encantadores se aprovecha de nosotros para esclavizarnos la narración viviente. Tenemos que aprender a no quedarnos atrapados por el aislamiento y a tomar otro entusiasmo más real que ficticio, pues la vida pasa y no vuelve. Es público y notorio que la mediocridad de nuestras expectativas y la superficialidad de nuestros intelectualismos mundanos, nos deja sin latidos, y lo que es peor, sin alma para poder levantarnos. Debemos salir de nuestra incomunicación para abrirnos a la cordialidad, destruir cadenas y activar tiempo para compartir. La existencia es más fructífera si se vive a pie de calle, haciendo caminos efectivos conjuntos, abriendo horizontes para sentirse acompañado y acompasado por voces diversas que nos muevan interiormente, hacia otros contextos de mayor certeza y sencillez. Ya está bien de dejarnos engañar, de pavonearnos en nuestras miserias, de perder el tiempo en una moda de “relaciones virtuales”, que no son tales, pues es el contacto físico, la mirada profunda, lo que hace despertar el amor de verdad por el otro. Hay que marchar lo antes posible de ese mundo de fantasía, que nos adoctrina a su antojo, hasta dominarnos nuestro propio espacio y momento.

Lo virtual puede ser un paso para el conocerse, pero no pasa de ahí, es el contacto físico el que nos despierta los sentimientos y nos hace crecer en los lenguajes de los pulsos y de las pausas, o sea del abrazo entre semejantes. Lo armónico no llega a través de una fría máquina, sino a través del corazón, enraizado en las culturas transmitidas por los predecesores. Un desarrollo tecnológico sin ética nos acaba deshumanizando totalmente. Cuidado con esos dispositivos que simulan capacidades humanas, pero que no entienden de afectos, ni de acción moral, puesto que carecen de conciencia. No nos dejemos manipular por automatismos que no sienten ni padecen. Pueden llegar a ser socialmente perversos y peligrosos. Sin embargo, aquellas tecnologías bien utilizadas pueden dar buenos frutos y enriquecernos. Lo importante es no dejarse adormecer el pensamiento crítico para que el ejercicio de la libertad continúe formando parte de nuestros andares. En efecto, la era digital por la que caminamos nos exige estar alerta, para que esos cambios profundos que se vienen produciendo en nosotros, contribuyan a unir puentes entre humanos y no a sembrar venenos de odio y venganzas, que lo que hacen es separarnos. Sin duda, las redes sociales pueden ser capaces de favorecer las relaciones y de promover el bien de la sociedad, pero también pueden ser nefastas favoreciendo la crispación y la maldad social.

Ante la complejidad de esta atmósfera virtual, seguramente debe sernos útil repensar sobre el uso manipulador o el acoso cibernético. Por eso es substancial, que lo que ha de ser una ventana abierta a la concordia no se convierta en un volcán de individualismo desenfrenado, que fomente espirales de resentimientos como jamás, pues esto es totalmente inhumano y destructivo. Sin embargo, si una familia o una comunidad de amigos usan la red para estar más conectados entre sí, y esto sirve para avivar los encuentros y poder mirarse mejor a los ojos del alma, bienvenida sea la experiencia. Por consiguiente, lo que hemos de propiciar es un uso responsable de una red virtual, que en lugar de adoctrinarnos nos libere, nos haga personas autónomas y con criterio. Lo fundamental es reconocerse como linaje y la red puede servir como prolongación de acompañamiento en la exploración del trayecto y como espera de ese encuentro querido. A propósito, se me ocurre pensar en tantos foros virtuales que nos instan a estar más cercanos unos de otros. Desde luego, el sector educativo es una parcela clave para que las tecnologías de la información y las comunicaciones se lleven a cabo mediante un buen uso y, de este modo, tengan impacto positivo en el desarrollo de los países, sobre todo para la reducción de la brecha analógica y la inclusión social.

Las buenas prácticas de lo virtual es lo que nos engrandece; sin embargo, una incorrecta utilización puede dañarnos para siempre. Naturalmente, lo electrónico es un recurso más de nuestra época. Junto a la globalización, internet representa una posibilidad extraordinaria de hacer comunidad a través del acceso al saber de las diversas culturas; pero también es cierto que el ciberespacio puede llevarnos a la desinformación total. De ahí, lo significativo que es una buena vigilancia reeducativa, máxime cuando en los últimos 25 años hay una nueva preocupación sobre la salud mental de los jóvenes, en parte, por el uso excesivo de lo digital. Además, hoy en día, muchos critican las desigualdades y solicitan una gobernanza más receptiva, acorde con la era informática, con una mayor igualdad de oportunidades, respaldando que las mujeres desempeñen un papel igualitario en el diseño de las tecnologías, un campo eminentemente masculino, con un escrupuloso respeto a los derechos humanos. Al fin y al cabo, lo trascendente de este campo tecnológico es que nos ayuden a reconstruirnos, no a destruirnos, a reencontrar las raíces virtuales y reales como aliento para avanzar juntos, que nos auxilien en suma a saber mirar el mundo y a vernos en esa ternura del asombro, que es lo que nos insta a despertar y a ponernos a tejer historias que son realmente vida. 

Noticias relacionadas

El acceso a una vivienda digna es uno de los temas que más preocupa a nuestra sociedad. Relacionado con este asunto surge el problema de la ocupación ilegal de bienes inmuebles, algo que inquieta a gran parte de la población. Muchos ciudadanos se sienten desamparados e indefensos, especialmente los implicados en sucesos de ocupación, al percibir una falta de sensibilidad por parte de las autoridades y creer que hay impunidad ante la comisión de un delito.

Aclaremos el panorama. Si el presidente de la única superpotencia realmente existente lanza su ofensiva mundial de aranceles clamando -como si fuera un muy debilitado llorica- “nos han engañado durante más de 50 años, (…) América empezará a ser rica de nuevo”, desvela dos realidades. Una, que la hegemonía estadounidense realmente camina hacia su ocaso mundial. Y dos, que su burguesía monopolista apuesta por golpear a los países y pueblos del mundo.

En la sociedad de hoy, hay quien confluye en la idea de rechazar la propiedad como elemento esencial en la libertad de los ciudadanos. El acceso a una vivienda en España se ha convertido en un camino lleno de obstáculos: subidas de impuestos, falta de vivienda social, aumento de precios por la falta de oferta, especulación, complicidad con los movimientos de 'okupación' ilegal de viviendas, etc.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto