El investigador del Comité de Ética de la FIFA Michael Garcia completó su pesquisa sobre el polémico proceso de adjudicación de los Mundiales de fútbol de 2018 y 2022, que se celebrarán en Rusia y Catar, respectivamente. Su informe de 350 páginas, que no se hizo público, será entregado ahora a la cámara judicial del Comité, dirigida por el juez alemán Hans-Joachim Eckert, quien determinará si se cometió alguna ilegalidad, explicó el viernes el ente rector del fútbol mundial.
La FIFA afirmó que no puede comentar cuándo Eckert tomará su decisión. En el transcurso de su investigación, que duró un año, Garcia y su ayudante, Cornel Borbely, entrevistaron a "más de 75 testigos y recopilaron un historial que, junto a las grabaciones de audio de las entrevistas, incluyen más de 200.000 páginas de material relevante", informó la FIFA.
"El informe incluye hallazgos detallados, llega a conclusiones sobre las acciones que hay que tomar con ciertas personas, identifica asuntos que deben ser abordados por otros comités de la FIFA y hace recomendaciones para futuros procesos de elección", agregó.
Rusia y Catar fueron elegidas sedes mundialistas de forma simultánea por el Comité Ejecutivo de la FIFA en 2010. En la reunión, celebrada entonces en Zúrich, participaron 22 miembros, en lugar de los 24 habituales, ya que dos de ellos -el nigeriano Amos Adamu y el tahitiano Reynald Temarii- fueron suspendidos por el Comité de Ética un mes antes de votar.
El escándalo fue provocado por las revelaciones del diario The Sunday Times, que les acusó de ofrecerse a vender sus votos a unos periodistas encubiertos que se hicieron pasar por cabilderos de un consorcio estadounidense.
La FIFA aseguró que todas las naciones aspirantes fueron entrevistadas durante la investigación. Poco antes del Mundial de este año en Brasil, The Sunday Times informó que algunos de los "millones de documentos" que revisó relacionaban pagos del ex miembro del Comité Ejecutivo Mohamed Bin Hammam a funcionarios con el apoyo para Catar.
Bin Hammam no ha hecho comentarios sobre su implicación desde que fue expulsado de por vida del fútbol en 2012. Asimismo, Catar ha negado todas las acusaciones de corrupción.
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