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Ficha técnica
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85 - Francia Huertel (12), Gelabale (2), Diaw (13), Batum (34) y Lauvergne (4)-quinteto inicial- Diot (2), Kahudi (0), Jackson (3), Fournier (10), Pietrus (0), Gobert (4) y Tillie (0).
90- Serbia: Teodosic (24), Markovic (11), Kalinic (8), Bjelica (10) y Raduljica (11) -quinteto titular- Simonovic (0), Jovic (0), Bogdanovic (13), Bircevic (0), Krstic (11), Katic (0) y Stimac (0).
Parciales: 15-21, 17-25, 14-15, 39-29.
Árbitros: Maranho (BRA), Christodoulou (GRE), y Chiti (ARG).
Incidencias: Semifinal del campeonato del mundo de España, disputado en el Palacio de los Deportes (Madrid) ante unos 12.500 espectadores.
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No siempre se está acompañado de las musas. No siempre se consigue unir defensa y ataque de principio a fin. No siempre se consigue encontrar el antídoto defensivo ante un director de baloncesto como Teodosic. Serbia derrota a Francia. Lo hizo porque Francia entró tarde en el partido. De haberlo hecho antes… quién sabe… máxime cuando Batum se mereció un hueco en la foto del domingo. La tendrá Serbia. Y el público de España encontró en los serbios una consolación a su temprano e inesperado adiós a este campeonato del mundo de baloncesto. Torneo que este domingo verá coronarse bien a Estados Unidos -como es de prever- o verá una sorpresa en caso de triunfar el cuadro de Serbia.
El primer tiro fue suyo. La primera canasta, también. Teodosic saltó a escena marcando diferencias. Haciendo saber a los franceses que era su momento y, por consiguiente, el momento de Serbia. El base firmó unos primeros diez minutos perfectos: 10 de los 21 puntos de Serbia (con cien por cien en el tiro) y una dirección mayúscula. Inapelable. Iba sin cadena. Movía el balón y hacía moverlo a velocidad. Y con criterio. Nadie en Francia encontró como detener a un base que cuando está centrado es un talento balcánico de época. Si es su día, le quieres; sino, te desesperas con él. Pero ésta vez, Teodosic mostró su mejor cara. Con su baloncesto, Serbia se aupó pronto en el marcado, aunque tuvo que esperar ocho minutos para abrir una brecha a considerar: 10-18.
Francia tampoco era la Francia de cuando se enfrentó a España. Su defensa hacía aguas, tanto en línea exterior -no sólo por Teodosic, sino también por Markovic- como en la zona, donde los hombres altos de Djordjevic se movían con cierta soltura. En ataque, únicamente estaban Batum y Diaw, sus hombres fuertes. Pero era insuficiente. Era una situación grave. Y en apenas tres minutos, Francia entró en coma: 15-30 a más de siete minutos para el descanso. O despertaba o todo se había acabado al primer golpe serio de Serbia. No hubo reacción de Francia. Lo contrario más bien. Se fueron hundiendo para regocijo del aficionado español. Y serbio, también. Los únicos que daban ambiente al Palacio de los Deportes.
Efecto dominó en Serbia
Porque nada cambio a pesar de los movimientos de banquillo y clases tácticas de Collet. Teodosic seguía en estado de gracia. Anotaba, asistía, movía a sus compañeros con balón y sin balón, robaba la cartera a Heurtel… y todo lo que quisiera hacer. Ni siquiera Batum le frenó. Estaba como pez en el agua. Aparte de motivación y talento influyan las enseñanzas de Djordjevic. Pero hay más. Cuando el jugador franquicia se mueve en este estado de gracia se produce el efecto contagio: Markovic (9 puntos al descanso), Kalinic (6) y Raduljica (7) se unieron a la fiesta. O más bien todos. Las musas estaban con Serbia: con un 32-46 se alcanzó el descanso.
Batum mereció la final
La segunda parte estaba escrita. O eso se pensaba. Porque Francia no podría vencer el billete a semifinales, sólo podría perderlo Serbia. Porque a todo esto Teodosic se marchó con 18 puntos al descanso. Exhibición de MVP. Nada cambió en cuanto al resultado. Pero hubo más historia de lo que se pensaba. Serbia se mantuvo viviendo de las rentas y su fuente de ingresos se secó de repente. Teodosic se paró en seco. Estaba en su cara B. Francia, sin dejarse llevar, busco voltear un encuentro más que complicado. Estuvo cerca, muy cerca de conseguirlo. Apretó en defensa, aprovechó que Serbia se relajó en demasía y que Batum tomó el protagonismo anotador. Fue el Teodosic de Francia. Memorable su segunda parte: 10 puntos al descanso y 25 tras el descanso. Francia se puso a 4 puntos: 61-65. Los corazones se agitaron y las crónicas empezaban a carecer de sentido. Francia estaba remontando. Pero no alcanzó la cima. Lo luchó. Perdió y nada que reprocharles. Batum lo mereció. También Teodosic. Ganó Serbia como puedo haber remontado Francia. Fue un final de poder a poder. De canastas y canastas. A falta de 17 segundos: 81-84. Parcial del último cuarto: 39-29. Fue el partido del Mundial de España. Esta es la magia del baloncesto.
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