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Ficha técnica
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75 - Unicaja Málaga: Jayson Granger (4), Kostas Vasileiadis (5), Mindaugas Kuzminskas (11), Caleb Green (8), Fran Vázquez (13) - Quinteto titular - Stefan Markovic (6), Morayoninuolu Soluade (0), Ryan Toolson (5), Will Thomas (8), Kenan Karahodzic (0), Jon Stefansson (4), Vladimir Golubovic (11). Entrenador: Joan Plaza.
69 - Limoges CSP: Pape Philippe Amagou (6), Leo Westermann (10), Nobel Boungou-Colo (11), Adrien Moerman (4), Frejus Zerbo (6) - Quinteto titular - Jamar Smith (14), Ousmane Camara (6), Joao Paulo Batista (8), Ramel Curry (4), James Southerland (0), Trent Plaisted (0). Entrenador: Jean-Marc Dupraz.
Parciales: 20-19, 18-17, 25-14, 12-19.
Árbitros: Srdan Dozai, Sinisa Herceg, Mario Majkic.
Incidencias: Encuentro de la tercera jornada de la Turkish Airelines Euroleague disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena, con una asistencia de 5.540 espectadores. Sin eliminados.
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Datos destacables
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Lo mejor: El tercer cuarto. Un parcial de 25 - 2 fue el culpable de que Unicaja duerma una jornada más como uno de los pocos equipos que quedan invictos en Europa. Kuzminskas dio un paso adelante cuando peor pintaban las cosas.
Lo peor: El resto del partido.
Partido en general olvidable para los hombres de Joan Plaza, que no supieron jugar contra un rival muy incómodo y deberán corregir muchos aspectos del juego de cara a próximos compromisos. |
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El Unicaja de Málaga sumó un nuevo triunfo en la Euroliga y da un pasito más hacia la clasificación para el Top 16. El equipo cajista firmó un partido muy discreto y solamente impuso su superioridad sobre la cancha en un vertiginoso tercer cuarto.
El Limoges CSP practicó una defensa muy agresiva desde el inicio que le permitió llevar la iniciativa del encuentro en sus instantes iniciales. Por otro lado, los andaluces no salieron con las ideas muy claras en ataque y se obsesionaron con el tiro de tres puntos, siendo Kostas Vasileiadis el único jugador enchufado en el cuadro verde.
La incorporación de Vladimir Golubovic supuso un soplo de aire fresco para los locales, aportando siete puntos sin fallo en apenas cinco minutos en pista. No fue suficiente para adementrar al conjunto galo, que aprovechó la superioridad física de Nobel Boungou-Colo para dejar las diferencias al mínimo al final del primero periodo (20 - 19).
Que se escuchase más a la afición limonesa que al graderío del Martín Carpena era síntoma inequívoco de lo poco enchufado que estaba el público malacitano al partido. El Unicaja intentaba marcharse en el marcador jugando para sus pivots, pero no encontraba soluciones defensivas para frenar el ordenado juego francés.
El Limoges CSP aguantaba el intercambio de canastas con cierta holgura, y conseguía darle la vuelta al marcador gracias a dos triples consecutivos de Westermann y Amagou. Stefan Markovic respondió con otro enceste de tres puntos para dejar al Unicaja por delante al descanso, que aún así tenía mucho por corregir de cara a la segunda mitad (38 - 36).
Tras el paso por vestuarios los malagueños, lejos de mejorar, seguían ofreciendo muchas dudas en su juego tras el paso por vestuarios y un parcial de 0 - 7 liderado por Jamar Smith hacían saltar todas las alarmas. Fue entonces cuando los pupilos de Joan Plaza sacaron a relucir su casta y pundonor y, de la mano de Fran Vázquez y un pletórico Mindaugas Kuzminskas recuperaron el mando del partido.
Un triple de Ryan Toolson abría una brecha de seis puntos, la máxima diferencia para el equipo local hasta el momento, y dejaba muy tocado al Limoges CSP. A los jugadores de Jean-Marc Dupraz se le apagaron las luces en ataque y ni siquiera fueron capaces de aprovechar la técnica señalada al banquillo cajista, rencajando un escandaloso parcial de 25 - 2 que dejaba el duelo listo para sentencia (63 - 50).
El Unicaja lo tenía todo a su favor para llevarse una nueva victoria al zurrón, pero el irreductible conjunto galo siguió apretándole las tuercas al cuadro malacitano y acortó la distancia hasta los cinco puntos. Los costasoleños volvieron a bajar considerablemente su rendimiento en comparación con el tercer periodo y se mostraban incapaces de rematar un partido asequible a priori.
Los nervios se acabaron apoderando de los dos equipos y errores de todo tipo se sucedían en ambos lados de la cancha. Pero el reloj corría a favor del equipo que iba ganando y poco a poco la balanza se fue inclinando para los de Málaga, que pese a un mal encuentro lograron su séptima victoria consecutiva.
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