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Ficha técnica
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5 - Real Madrid: Navas (1); Nacho (1), Sergio Ramos (2), Pepe (2), Marcelo (1); Kroos (3), Modric (2), James (1), Bale (2), Cristiano Ronaldo (2); Benzema (2).
1 - Rayo Vallecano: Cristián Álvarez (2); Tito (1), Zé Castro (1), Abdoulaye Ba (1), Insúa (s.c.); Fatau (2), Trashorras (1), Licá (1), Bueno (2), Kakuta (1); Baptistao (1).
Cambios: En el Real Madrid, Isco (1) por James (min. 68), Chicharito (s.c.) por Benzema (min. 84) y Medrán (s.c.) por Bale (min. 84); en el Rayo Vallecano, Quini (1) por Insúa (min. 24), Jozabed (1) por Trashorras (min.61) y Manucho (1) por Baptistao (min. 72).
Goles: 1-0 Bale (min. 30); 2-0 Sergio Ramos (min. 39); 2-1 Bueno (min. 43); 3-1 Kroos (min. 55); 4-1 Benzema (min. 59); 5-1 Cristiano Ronaldo (min. 83)
Árbitro: Pérez Montero (colegio andaluz) (1) En los visitantes amonestó a Fatau (min. 44), Tito (min. 56), Licá (min. 79) y Quini (min. 92).
Incidencias: 80.000 espectadores en el estadio Santiago Bernabéu. Terreno de juego en buenas condiciones. Cristiano Ronaldo ofreció su bota de oro, al máximo goleador del pasado curso, al público. |
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El otoño se apoderó del Real Madrid. El frío entro en ese juego alegre, poético y de toque preciso que marea a los contrarios. Hubo más velocidad y actitud administrativa que fantasía. Pero se sumaron tres puntos más y se mantuvo la goleada de costumbre. El giro se encuentra en el cambio de sistema con Bale en lugar de Isco y porque enfrente estaba un Rayo Vallecano con esa personalidad de jugar y querer jugar. El guión no fue el mismo, sí el final. Dos asistencias de un espléndido Kroos dejaron en bandeja goles a Bale y Sergio Ramos. El tanto de Bueno apenas animó el encuentro. A la vuelta del descanso, en unos quince minutos de estruendo, Kroos hizo el tercero, Benzema y el cuarto y Cristiano Ronaldo (18 goles en 11 jornadas) puso la rúbrica al derbi.
Las rotaciones suelen ser foco de debates y problemas para los entrenadores. A Carlos Ancelotti no le sucede ninguna de estas cosas. Todo lo contrario. Sus decisiones suelen ser acertadas a tenor de los resultados. Su apuesta por Bale -y por cambiar el sistema y casi juego del equipo- salió cara a los diez minutos, cuando el galés, que ya se había marcado un par de carreras de las suyas, anotó el primer tanto del encuentro. Lo hizo tras una asistencia de Kroos en combinación previa con Cristiano Ronaldo. Fue una jugada de presión y de toque vertical. La veta, sin embargo, no fue aprovechada en muchas más ocasiones hasta entrada la segunda parte. El Rayo Vallecano y el otoño coparon el protagonismo. También lo hizo Pérez Montero, un árbitro desacertado: no expulsó a Fatau cuando derribó a Cristiano Ronaldo cuando éste se quedaba en solitario ante el meta rayista. Posteriormente, se equivocó dando el tanto de Benzema en fuera de juego.
El Rayo Vallecano se marchó con un saco del goles del Santiago Bernabéu, pero con la sensación de haber muerto con las botas puestas. Sin renunciar a sus ideas. Atrevidas para un equipo cuyas aspiraciones pasan por mantenerse entre los grandes. Nada de encerrarse. Nada de juego violento. Si mucho de toque, de querer controlar el ritmo. Quizá deberían reconocerse más méritos a Paco Jeméz. Pocos entrenadores -por no decir que ninguno- basan su esquema en estas premisas cuando no se cuenta con figuras del balompié a nivel universal. La recompensa estuvo al filo del descanso, con el tanto de Bueno tras un malentendido entre James y Navas. Lo peor estaba en que por entonces ya había sumado otro tanto en contra. Sergio Ramos anotó su tanto 50 de blanco. El asistente, en un córner, fue Kroos.
Vendaval ofensivo
La suplencia de Casillas no se esperaba, pero ni abrió debate, para suerte de Ancelotti. El costarricense Navas no estuvo mal, pero tampoco estuvo sobresaliente. Dejó algunas dudas en balones aéreos. Nada que haga preocuparse a Casillas. Más cuando a la vuelta del descanso, el Real Madrid apareció desatado. Sentenció el encuentro a modo velocidad descontrolada. El alemán Kroos cerró su extraordinario encuentro con un certero disparo desde fuera del área. El público coreó su nombre y quedó claro que ya nadie se acuerda de Xabi Alonso. Porque Kroos, además, ofreció una clase magistral de cómo dirigir a un equipo desde el centro del campo. Tampoco nadie se acuerda de Di Maria. El galés Bale siguió corriendo su banda, lo mismo que Cristiano Ronaldo. Y en una de las cabalgadas del portugués, uno de sus centros fue rematado por Benzema. El cuarto y todo se acabó.
Atado el marcador, con muchos minutos en el horizonte, se abrió el tiempo para recompensar con aplausos el bueno momento deportivo de Isco y Benzema; comprobar que la potencia de disparo de Bale se mantiene tan en forma como esa capacidad anotadora de Cristiano Ronaldo, que hizo el quinto; y hasta hubo tiempo para hacer feliz a un canterano como Medrán. Fue el partido redondo. Todo salió como estaba previsto. El líder superó así otra etapa del calendario sin necesidad de desgastar el depósito y mostrando que aunque sea otoño sigue intratable en cuanto a goles se refiere. Da igual cómo jugar y quién juegue. Da igual si se juega de fantasía o de funcionario. Los adversarios se desmayan al paso de este Real Madrid, que firmó otra goleada, ésta vez de otoño.
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