Hoy, dia 23 de Abril, festividad de San Jorge, Patrono de Europa, de la Corona de Aragón, de la localidad de Alcoy, también es el Día del Libro y de los Derechos de Autor. Tal dia como hoy, debemos tener en nuestro recuerdo a dos autores europeos universales: William Shakespeare y Miguel de Cervantes. Curiosamente, este año la Gran Fiesta del Libro, la tenemos que pasar bajo el confinamiento, el encierro y la privación de nuestra libertad, por imperativo legal, cosa que Miguel de Cervantes conoció de sobra, cuando fue apresado y encarcelado en la cárcel de la ciudad de Argel, lugar donde comenzó la escritura de su Obra: don Quijote de la Mancha.
Nuestra realidad, en pleno siglo XXI, es que se nos priva de nuestra libertad individual y social, por el capricho de una legalidad obsoleta, anticuada y sobre todo llena de “errores”, por no decir también que “anacrónica” u “trasnochada”. Es precisamente el Libro, el que nos ilustra culturalmente, el que nos hace pensar y reflexionar sobre nuestra realidad, es nuestro mejor compañero de viaje, nos hace crear mundos imaginarios, a los que nunca podremos llegar. Solo su lectura, nos ofrece ser diferentes, viajar en el tiempo y el espacio, soñar con otras culturas, mundos y lugares. El libro, nos da libertad, esa que nos quitan los legisladores, la misma que nos otorga el Creador, porque los hombres y mujeres, además de iguales, somos libres, independientes y llenos de la mejor capacidad que existe: el amor.
La literatura, ya sea con el soporte físico del papel o el sistema electrónico digital, es la que nos otorga el mayor de los misterios: el pensamiento. Es el alimento de nuestro espíritu, de nuestra realidad. Leer, no produce malas enfermedades, sino todo lo contrario: es la mejor vitamina, que nos cura de las pandemias cotidianas que hemos de aguantar y soportar por el capricho de unos políticos ineptos, que no saben o no les interesa saber, el porqué de como atajar un problema como el que nos acecha. Pero nosotros tenemos hoy y siempre la mejor de las armas: la lectura.
Con ella, nos inmunizamos, nos vacunamos ante la desidia de los que nos dirigen. Gracias a las letras, hemos desarrollado toda una serie de conocimientos, que nos han acompañado en el devenir de los siglos, desde que medimos el tiempo, tomando como referencia el Nacimiento de Jesucristo.
Transmitir el saber, es una tarea muy interesante, porque gracias al libro y a su formato, hemos podido conocer como vivieron otras culturas consideradas milenarias tanto del oriente como del occidente. Gracias al libro, hemos podido recoger la mejor de las colecciones: las bibliotecas, que tanto han ayudado a los hombres, a recoger conocimientos. Así todas las culturas, relacionadas con una religión mayoritaria, judios, cristianos, musulmanes, budistas, han tenido en el libro, un referente, un compañero inseparable para transmitir sus enseñanzas. Todo el saber, se recoge en los espacios culturales, dónde de forma ordenada, siempre vamos a encontrar un libro, el amigo que no nos va a defraudar, el objeto más preciado del que nos podemos fiar totalmente. Va a estar siempre con nosotros, esperando pacientemente que lo tomemos en nuestras manos, y con paciencia reflexiva, lo leamos, porque seguro que vamos a descubrir cosas que no nos caben en nuestra imaginación.
Valencia, es una gran privilegiada en materia literaria. Tenemos el honor, de ser la segunda capital europea, después de Maguncia, la ciudad dónde Guttemberg creó la primera imprenta con caracteres móviles, que tuvimos un taller de artes gráficas, concretamente en la calle de Salinas, al lado mismo del Portal de la Valldigna, que todavía podemos contemplar, ya que la especulación urbanística nos lo permite. Allí, se imprimió el libro Les Trobes en La Hors a la Verge María, una especie de corona poética, dedicada a la Virgen, bajo la advocación de los Desamparados. Poetas valencianos, que quisieron rendir homenaje a su Patrona, y decidieron que el taller de Lamberto Palmart, fuera el que se encargara de hacer la impresión, con ese nuevo invento, que revolucionaría la forma de proveernos de cultura.
Un día, para pensar, sentir, reflexionar, imaginar e ilusionarnos. La tradición dice que hoy a los escritores, se les debe regalar una rosa, como cuando se celebran los Juegos Florales. También es bonito, regalarla junto con un libro a todo aquel por el que sintamos amor, cariño, afecto, comprensión. Y claro, ¿como lo vamos a hacer? El libro que regalemos, electrónico en sistema digital. La flor, pues la podemos tomar de nuestros balcones, jardines o terrazas, o la podemos dibujar en papel y colorear, depositándola junto a una leyenda, que nos dejo don Miguel de Unamuno: Sólo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe... Sólo la cultura da libertad... No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamiento. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura.
Precisamente, es el libro, el vehículo para dar libertad y cultura. Feliz Día del Libro 2020, a pesar del confinamiento. VALE.
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