El sector audiovisual ha sido uno de los más afectados por el COVID-19. No solo por la paralización de las producciones, sino por la caída de inversiones, el cierre de las salas de cine y la cancelación de estrenos de renombre en todo el mundo.
Si bien el pasado 11 de mayo, el Gobierno permitió comenzar con los rodajes, solo lo han hecho algunas series y programas de televisión. Para los rodajes con más de 10 personas, todavía es necesario contar con una guía de medidas de seguridad que resguarde la salud de todos los trabajadores. Entre ellas, se pide contar con termómetros en los plató, constante desinfección de las instalaciones, uso de guantes y mascarillas y equipos individuales de sonido y maquillaje.
Con respecto a las primeras producciones que se realizarán, el alza en el consumo de productos nacionales abre nuevas puertas. A esto se sumarán las temáticas relacionadas con la pandemia: zombies, contagios y virus; aunque también se harán producciones de comedia, ya que se necesitan contenidos divertidos luego de los meses pasados en confinamiento.
Además, deberán realizarse las secuelas de las series y películas, como Jurassic Park en Estados Unidos, y La Casa de Papel en España. La preproducción de esta última debería haber comenzado a principios de abril, y su rodaje a mediados de mayo, aunque ahora lo han movido hacia principios de agosto.
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