De estos existen dos clases: Los faltos de conocimientos porque no han tenido posibilidad de adquirirlos y se atreven a pronosticar y pontificar sobre cualquier cosa acerca de la cual no tienen ni la más remota idea. Estos son los verdaderamente desfachatados pues se atreven opinar y emitir juicios sobre lo que desconocen. Son los que se pueden rebatir más fácilmente con argumentos irrefutables.
Los segundos son los que, teniendo conocimientos y, en algunos casos de alta calificación, los deforman, retuercen y enmascaran a conciencia de que están cometiendo un acto despreciable pero que defienden lo que expresan porque les conviene para sus espurios intereses o los de las formaciones políticas a las que pertenecen.
El ciudadano negro estadounidense George Floyd falleció el día 25 de mayo ppdo., por la presión de la rodilla de un policía blanco que ejerció sobre su cuello durante casi nueve minutos, a pesar de que no dejó de repetir que no podía respirar y, en su desesperación, llamaba a su madre.
Es de esperar que los policías que intervinieron en este acto perverso e inhumano reciban el castigo de la justicia como se merecen.
A raíz de este desgraciado accidente se están llevando a cabo verdaderos actos de vandalismo, entre ellos el derribo y destrucción de estatuas de Cristóbal Colón por considerarlo el padre del esclavismo
Muchos de ellos dirigidos por estos revisionistas a los que yo considero analfabetos por intereses inconfesables. Esta ola de destrucción se ha extendido de tal manera que ha llegado a España, concretamente a Barcelona, donde la Presidenta de Catalunya en Comú-Podem en el parlamento catalán, Jessica Albiach considera que sería una buena medida retirar la estatua de Colón de Barcelona.
Los miembros de Podemos, en cualquiera de sus múltiples tentáculos, no desperdician ocasión para denostar todo lo español.
Los catalanes nacionalistas han llegado al extremo de reivindicar que el Almirante nació en Cataluña y ahora lo denigran.
Colón no introdujo la esclavitud en América y de ninguna manera la importación de negros. Esta fue llevada a las tierras americanas por los negreros holandeses, ingleses, portugueses y franceses que vendían esclavos importados de África, capturados por los árabes musulmanes.
Solo hay que recordar las palabras de Isabel la Católica en su testamento: «Y no consientan ni den lugar que los indios reciban agravio alguno en sus personas y sus bienes, mas manden que sean bien y justamente tratados, y si algún agravio han recibido, lo remedien».
Que contrastan fuertemente con las pronunciadas por el general Philipp O`Sheridan cuando dijo: “el único indio bueno es el indio muerto”, y además fue el primero en practicar la táctica de “tierra quemada” como forma de destruir los bastimentos de los indios.
Cuando se trata tierras conquistadas lo que hay que considerar es la actitud y disposiciones de los gobernantes de los países dominantes sobre los nuevos pobladores.
La ejecutoria de los reyes españoles y sus pragmáticas y decretos no puede ser más limpia ni más transparente. Nuestros Reyes trasladaron a las nuevas tierras una figura jurídica de honda raigambre castellana: El juicio de residencia. Tenían que someterse a él desde los Virreyes Gobernadores y capitanes generales hasta corregidores, jueces (oidores y magistrados), alcaldes y otros. Se realizaban al finalizar el mandato para el cual fueron nombrados para evitar los abusos y desmanes de los gestores de la administración indiana.
Muchos de los funcionarios esperaban con verdadero deseo que, al final de su mandato, llegase este momento, ya que si lo habían ejercido con honradez y ecuanimidad podría aumentar su prestigio y ser promovido para puestos superiores.
Las otras potencias colonizadoras ¿tuvieron algo parecido a esto, o más bien consideraron a los indígenas como mercancía a explotar?
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