Las personas que viven la Fiesta de San Fermín adoptan una vestimenta propia, prendas blancas y fajín y pañuelo rojo. Este complemento, antes del inicio de la fiesta con el tradicional discurso y chupinazo se lleva en la mano. Y cuando en la plaza del ayuntamiento se oye «Viva San Fermín. Gora San Fermín», los pañuelos ondean al viento y de ahí al cuello hasta el Pobre de mí.
El color rojo del pañuelo puede tener relación con el uso de este mismo color en las ceremonias litúrgicas de la Iglesia católica.
El rojo, como color litúrgico, es vestido por los sacerdotes durante las celebraciones de Viernes Santo y la fiesta de los santos mártires, entre otras ocasiones. Se trata de un color que representa la sangre. Por esta razón, hoy en día, durante la festividad religiosa en honor a San Fermín el ministro viste de color rojo, ya que el patrón de Pamplona sufrió martirio.
Como ocurre con las tradiciones ancestrales, no existe una sola explicación, y así ocurre con el pañuelo rojo. En Pamplona la celebración del voto de las Cinco Llagas se remonta al siglo XVI. En 1599 la ciudad instauró este voto para verse librada de la peste, hecho que trajo el fin de la epidemia. En consecuencia, en el año 1600 el Concejo Municipal acuerda celebrar todos los años esta procesión con la efigie de las Cinco Llagas en recuerdo de lo ocurrido en la iglesia de San Agustín.
A día de hoy, se sigue celebrando en el interior de este mismo templo el voto de las Cinco Llagas con asistencia oficial del ayuntamiento en Corporación.
Y otra presencia actual de las Cinco Llagas la encontramos en el escudo de Pamplona, concretamente en su reverso en donde se puede observar una representación de las mismas. Precisamente, esta escenificación es la que se une a la tradición del pañuelo, ya que las llagas presentan una forma similar a la del pañuelo anudado al cuello visto por la espalda.
Sí se sabe con certeza que en los años 30 fue la desaparecida Peña La Veleta quien popularizó esta vestimenta blanca y roja con la finalidad de distinguirse de las demás peñas.
El pañuelo de Pamplona El ayuntamiento pamplonés concede el Pañuelo de Pamplona como su tercera distinción honorífica en importancia, precedida por la Medalla de Oro y por los títulos de Hijo Predilecto y Adoptivo.
En el Reglamento de Protocolo, Ceremonial, Honores y Distinciones del Ayuntamiento de Pamplona aprobado en el año 2016 podemos encontrar su descripción y los motivos para su concesión.
El Pañuelo de Pamplona, o Iruñeko Zapia, tiene por objeto premiar a las personas, físicas o jurídicas que, por razón de su labor diaria y trayectoria personal o profesional, contribuyen a la consolidación de la proyección de la ciudad de Pamplona en sus diferentes vertientes histórica y cultural.
La distinción se compone del pañuelo rojo con el escudo de la ciudad bordado en uno de sus picos y una escultura de la alegoría de la Unión de los Burgos.
El Pañuelo de Pamplona se concede todos los 8 de septiembre, coincidiendo con la conmemoración del Privilegio de la Unión, el documento firmado por Carlos III por el cual en 1423 fueron unificados los tres burgos existentes por aquellas fechas en Pamplona: San Nicolás, Navarrería y San Cernin.
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