En los meses de verano son frecuentes las picaduras de insectos, principalmente de mosquitos, pero este año se ha añadido una preocupación más entre la población: el virus del Nilo Occidental. Se trata de una enfermedad que se transmite por la picadura de un mosquito infectado, y aunque generalmente produce síntomas leves, en algunas ocasiones puede llegar a ser grave e incluso, mortal.
Las picaduras generan bastantes consultas en verano, principalmente sobre su prevención y tratamiento, según explica el doctor Vicente Albéndiz, alergólogo del Hospital Vithas Xanit Internacional y Vithas Málaga, quien añade que la picadura de los insectos normalmente produce una reacción inflamatoria local y solo en personas sensibles a ellos, las reacciones son más graves.
Según la Dra. Teresa Posadas, alergóloga del Hospital Vithas Xanit Internacional, el mosquito común junto con el mosquito tigre son los que más pican en verano, aunque las de este último son más intensas y más persistentes.
Con respecto a las reacciones, la Dra. Posadas informa de que la reacción local es la más habitual, y sus síntomas son aparición de roncha de pequeño tamaño (2-10 mm), picor y enrojecimiento en unos minutos después de la picadura. “Se conoce como reacción local extensa cuando hay un mayor picor e inflamación (a veces dolor), en forma de placa de varios centímetros que en ocasiones se puede acompañar de febrícula o malestar general con aparición de celulitis. Y las reacciones sistémicas se dan en niños con cierta frecuencia y en menor medida en adultos, y es cuando se produce una erupción generalizada (dermatosis) donde aparecen pequeñas vesículas y lesiones con picor intenso y que pueden dejar la zona pigmentada durante varias semanas”, aclara la especialista.
Además, existe cada vez más preocupación por parte de los pacientes sobre el virus del Nilo. “Se trata de una enfermedad que principalmente se transmite a través de picaduras de mosquitos infectados, por lo que la mejor manera de prevenir su contagio es evitando las picaduras”, informa el doctor Vicente Albéndiz, quien añade que el 80% de las personas que están infectadas por este virus no presentan ningún síntoma y no es una enfermedad que se transmita entre los humanos.
“Solo uno de cada 150 infectados presenta síntomas graves (fiebre alta, rigidez en el cuello, debilidad muscular, perdida del conocimiento…), que requieren que la persona sea hospitalizada y en torno al 20 por ciento presentan síntomas leves como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares o náuseas”, añade.
Para evitar las picaduras de los mosquitos, el Servicio de Alergología de Vithas Xanit nos da una serie de recomendaciones, entre los que se encuentran: minimizar las zonas del cuerpo expuestas, usando camisas y pantalones largos si vamos al campo o a zonas cercanas a ríos y pantanos; evitar colores llamativos y perfumes intensos, usar el aire acondicionado cuando sea posible e instalar mosquiteras en puertas y ventanas.
Con respecto al uso de repelentes, la Dra. Teresa Posadas, señala que es una medida adicional recomendable. “En el mercado existen diferentes presentaciones en spray, lociones, crema, toallitas impregnadas, pulseras, velas. Pero, ante todo, los repelentes deben estar autorizados por el Ministerio de Sanidad (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios o Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación, según el caso)”, aclara.
“La duración del efecto varía mucho dependiendo del repelente, de la temperatura ambiente, la sudoración, la exposición al agua o el uso de cremas fotoprotectoras. Lo principal es seguir siempre las indicaciones de aplicación de la etiqueta o el prospecto del producto, pero de forma general: usar los productos durante los períodos en que pican los insectos y repetir la aplicación solamente si así se indica en la etiqueta del producto (cada 4-8 horas según el producto); evitar el contacto con mucosas, párpados o labios, heridas, piel sensible, quemada por el sol o dañada ni sobre pliegues (axilas, ingles, etc.). En el caso de utilizar protectores solares, debemos aplicar estos en primer lugar y dejar pasar al menos 30 minutos para posteriormente aplicar el repelente”, especifica.
En general, ante una picadura de cualquier insecto basta con aplicar frío local. A veces, si los síntomas son muy intensos, puede ser necesario añadir algún antihistamínico o corticoide tópico, en estos casos siempre bajo prescripción médica. Y en caso de presentar síntomas que involucren a más de un sistema del cuerpo humano (piel, síntomas respiratorios, síntomas digestivos, pérdida del conocimiento, etc.), sobre todo si se producen tras picaduras de avispas o abejas, acudir a un especialista.
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