Solo el 5% de los empleados contribuye con ideas de mejora en el cambio diario de su empresa, proceso en el que tan solo se involucra un 30% de la plantilla, según el último estudio de Kaizen Institute, consultora internacional líder en mejora continua y optimización de procesos.
La consultora ha elaborado un análisis sobre el cambio cultural en las empresas y sus impulsores, determinando que a medida que se desciende en la jerarquía de la organización, la motivación para el cambio es menor. De este modo, mientras que el 63% de los administradores y el 59% de los directores son partidarios del cambio, solo el 45% de los colaboradores está a favor de cambiar.
Borja Iglesias, director en Kaizen Institiute, señala que “hemos detectado que el 50% de las compañías ya ha iniciado internamente un movimiento de cambio cultural, pero el proceso se ralentiza debido a que una gran parte de la plantilla no está involucrada en él. Esto es un grave error en la ejecución de la estrategia y puede corregirse aplicando dinámicas de equipo, por ejemplo”.
Según los resultados de su análisis, el 94% de los colaboradores no entienden la estrategia de su empresa, provocando que trabajen de forma independiente y no se sientan en posición de aportar ideas de mejora. Expertos de la consultora explican que la ejecución de la estrategia debe llevarse a cabo mediante un amplio despliegue de acciones, haciéndose comprensible para todos los niveles jerárquicos de la compañía y así mejorar su involucración.
Las ideas de mejora de los profesionales son la base de los proyectos disruptivos que suponen un 20% de ingresos adicionales para las empresas. En este punto, Kaizen Institute detecta que tras el planteamiento de la idea, las empresas muestran dificultades para diseñar un plan con el que alcanzar este resultado. El 37% de los proyectos falla debido a la falta de objetivos claros y el 41% de los departamentos no implementa políticas estándar de gestión de proyectos, cuyas consecuencias según la consultora son:
Falta de seguimiento estructurado y frecuente de los indicadores del negocio. Falta de planificación y seguimiento del trabajo del equipo. Decisiones unilaterales, tomadas por el líder y compartidas después con el equipo. Dificultad para articular el trabajo de la central y de las plataformas locales (“retrabajo” y duplicación de información).
Las soluciones que plantea Kaizen Institute para evitar estos errores en la rutina de gestión diaria, mejorar la involucración de los profesionales en la estrategia y hacerles partícipes del cambio cultural de la organización, son:
Formación y coaching en los nuevos procedimientos creados. Esto permitirá que cada profesional comprenda qué es lo que cambia y por qué, sintiéndose involucrado en el proceso y capacitándole para aportar ideas de mejora.
Colaboración y soporte mutuo entre todos los departamentos de la empresa, de modo que todos comprendan la función del resto y su implicación en la estrategia común de la organización, consiguiendo que todas las áreas trabajen en el mismo sentido.
Participación de todo el equipo en las discusiones de los problemas y en la toma de decisiones del proyecto en el que estén trabajando.
Reuniones eficientes, con la información necesaria en cuadros visuales que simplifiquen el contenido y faciliten su comprensión.
Identificar objetivos y un sistema de indicadores, en el que además el Gemba (las personas de planta, en el caso de fábricas, o más técnicas) puedan aportar, permite que se involucren y hagan seguimiento de la evolución hacia el objetivo establecido. El hecho de que todo el mundo en la compañía conozca el objetivo, y pueda tener indicadores (acordes a cada área o nivel) facilita este seguimiento y motivación.
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