Hacienda ha atendido el SOS lanzado por el ministro José Luis Escrivá para que la Seguridad Social pueda contratar a 1.050 interinos que ayuden a desatascar el cuello de botella que ha generado la avalancha de solicitudes del Ingreso Mínimo Vital (IMV) y que está provocando importantes retrasos en la tramitación de los expedientes y, por ende, en los pagos. Según ha podido saber por fuentes sindicales, la Administración ha dado el visto bueno a la incorporación de 1.000 interinos al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y otros 50 a la Tesorería General. De estos, alrededor de 850 serán del Cuerpo Administrativo y 200 del Cuerpo de Gestión, según se trasladó a los sindicatos CSIF, CCOO y UGT en la reunión de la Mesa Delegada celebrada el pasado miércoles, 9 de septiembre. No sería mejor emplear a los 2029 Administrativos que aparecen en el BOE nº 195 del 17 de julio de 2020, convocada por el Cuerpo General Administrativo de la Administración del Estado (turno libre).
Ya están llamando, además para su provincia de residencia, mayor agravio comparativo para los aprobados, al ser plazas de 6 meses a 1 año mínimo, prorrogable, y cuando llamen a los aprobados ocuparán plazas en lugares distintos a su residencia por estar ya ocupadas la gran mayoría. Los llamados son de las bolsas de 2017 y 2018. Es notorio que muchas plazas siempre han sido ocupadas por familiares, amigos de sindicatos, altos cargos. No digo que sea este el caso, pero para salir indemne de sospechas, mejor sería que se ocupasen las plazas por las personas con la Oposición aprobada y méritos suficientes, en cuanto a Curriculum y Titulación Académica exigida.
Recordemos en julio la convocatoria de la Junta de Andalucía, salió a las 13 h. y había de plazo 24 h. y solo admitirían a los 159 primeros solicitantes, es anomalía ha sido denunciada por incorrecta y la Fiscalía Superior ha abierto diligencias penales por las contrataciones exprés de interinos en la Junta. Aunque Bendodo defiende que se trata de un decreto aprobado por el Parlamento andaluz y que cuenta con el aval sindical.
Para que el Gobierno de Coalición no tenga que sonrojarse por si tuviese algún topo dentro de la Administración del Estado, simpatizante o militante de otro partido político y aproveche para hacer el clientelismo político, muy notorio en España desde décadas. Así se podría evitar a esos supuestos contratados interinos tengan un triste final si le cesan, lo retrató magistralmente Benito Pérez Galdós, en su novela «Miau», con el personaje Villaamil, empleado cesante, considerada la novela de los funcionarios del siglo XIX.
|