Crédito y Caución prevé que la economía de Bulgaria se contraiga un 4,3% en 2020. La pandemia provocará caídas superiores al 8% en la inversión, al 10% en las exportaciones y al 5% en la producción industrial. El turismo, que representa el 11% del PIB, es uno de los sectores más afectados por el Covid-19. El gasto público crecerá cerca del 5% en 2020 como consecuencia de los estímulos extraordinarios adoptados para contrarrestar los efectos negativos de la pandemia. La Administración anunció medidas como la compensación parcial de los costos salariales o las contribuciones a la seguridad social, la reducción del IVA, el aplazamiento del pago de impuestos y ayudas financieras a las empresas más vulnerables.
Crédito y Caución prevé que el PIB rebote cerca del 4% en 2021, con un aumento de las exportaciones y las inversiones del 7% y el 13%, respectivamente. Sin embargo, la recuperación depende en gran medida del impacto y la duración de la segunda ola que se está produciendo en Europa. A largo plazo, la inestabilidad institucional sigue siendo un problema para las perspectivas de crecimiento de Bulgaria. La falta de personal cualificado ya ha empezado a afectar a las perspectivas de crecimiento de las empresas. El país presenta un alto nivel de emigración, con cerca de un millón de búlgaros en el extranjero, y una población cada vez más reducida y envejecida. Se prevé que en 2020 el déficit fiscal aumente hasta cerca del 3% del PIB, lo que dará lugar a un aumento de la deuda pública superior a cinco puntos porcentuales, hasta el 26% del PIB. La deuda pública en manos de acreedores no residentes y denominada en moneda extranjera supone cerca del 80%, pero el gran colchón de liquidez de la Administración y el Fondo de Recuperación de la Unión Europea mitigan el riesgo soberano.
En 2020 el Banco Central de Bulgaria ha inyectado liquidez al sector bancario, establecido una moratoria temporal de la deuda y proporcionado créditos y garantías adicionales a las pymes. No obstante, el marco de la política monetaria de es sólido y Bulgaria suele seguir las decisiones de política monetaria adoptadas por el Banco Central Europeo. Aunque la adopción del euro parece improbable a corto plazo, el país ingresó en el Mecanismo de Tipos de Cambio II en junio de 2020. La paridad monetaria favorece la confianza de los inversores extranjeros, aunque limita la capacidad de Bulgaria para combatir sus desequilibrios externos. El sector bancario está suficientemente capitalizado y es rentable aunque tanto la tasa de impago, cercana al 8%, como la exposición a divisas en los pasivos y préstamos de los bancos, entre el 35 y el 40%, son bastante elevadas.
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