La cuenta atrás está por llegar a su fin y de ello son conscientes Conor McGregor y Dustin Poirier, estrellas de las artes marciales mixtas, quienes se preparan para el combate número 257 que se llevará a cabo en la Isla de la Pelea de Abu Dabi en los Emiratos Árabes este sábado 23 de enero. Conor McGregor se convirtió en el primer campeón simultáneo en dos divisiones diferentes de la UFC y ahora busca confirmar por qué es considerado el hombre más poderoso. El encuentro entre dos tigres hambrientos que lleva seis años gestándose, desde que Poirier quedó noqueado en el primer asalto en Las Vegas, está por hacer historia ante más de dos mil fanáticos hambrientos de una emblemática pelea. Las apuestas UFC estarán muy pendientes de lo que acontezca sobre el ring. Dos contendientes que tendrán mucho que decir, pero que solo uno conseguirá su objetivo de seguir reinando en una de las competiciones de Artes Marciales Mixtas con más incidencia a nivel mundial.
Hace seis meses, el campeón Conor McGregor sorprendió a propios y extraños al anunciar su retiro de las artes mixtas por tercera ocasión, pero el deseo de volver al octágono para saciar su hambre de triunfo y la adrenalina que le da cada pelea.
“Hambre de competir, entretener y vivir la vida en la forma que quiero vivirla y disfrutarla. Sé lo que quiero hacer y disfruto al realizarlo. Y así lo seguiré haciendo", dijo.
Para este encuentro, el irlandés ha prometido ser un serio competidor y dar el espectáculo que los fanáticos esperan. “Me gusta Dustin. Creo que es un buen peleador, incluso un gran luchador. Pero sigue estando por debajo de mí. Lo noquearé en 60 segundos”, dijo sin titubear.
Con 26 triunfos y seis derrotas, “The Diamond” Poirier es un viejo lobo de mar que busca demostrar en esta pelea de cinco asaltos que aún tiene el poder.
Ambos han mejorado con los años y la expectativa es muy alta para los seguidores, pues en estos seis años ambos han cambiado sus técnicas.
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