La Generalidad catalana vuelve a echar un pulso al Supremo, con el convencimiento de que lo va a ganar. Y es que, si ese camino se ha abierto, es debido a que la comunidad autónoma tiene las competencias penitenciarias, al igual que ahora inicia el mismo camino la comunidad vasca. Sigue siendo un error de bulto que no estén centralizadas competencias como sanidad, educación, instituciones penitenciarias, servicio meteorológico, recursos hidrológicos…
El artículo 148 de la Constitución reseña las competencias que pueden asumir las comunidades autónomas, en tanto que el 149 refiere las que son exclusivas del Estado en numerosas materias, pero a la hora de la verdad todo es negociable. A veces se trata de trocear algo y que quien esté interesado disponga de ello. Sin duda, es el momento de ‘abrir el melón’ de la Constitución y volver a redactar infinidad de cuestiones que se han quedado obsoletas: monarquía, línea hereditaria, representación laboral, fuerzas armadas, administración de Justicia, relaciones laborales, comunidades autónomas, legislación y desarrollo de recursos y aprovechamiento hidráulicos cuando las aguas discurran por más de una comunidad autónoma, repesca estatal de competencias mal utilizadas por las comunidades, recortes competenciales… Pueden servirnos esas a modo de ejemplo, pero son muchas más y muy diversas.
Viene eso a cuento porque en Cataluña han vuelto a tomar el pelo a todos españoles. Resulta que la Generalidad ha soltado a los golpistas que sembraron el odio, la barbarie y el terror en Cataluña. Lo más grave de todo es que tienen el tercer grado sin haber mostrado ningún tipo de arrepentimiento, pero sí todo el odio del que son capaces. “¡Lo volveremos a hacer tan pronto como se den las circunstancias para ello!”, decían los Jordi y el propio Junqueras. Hoy le ha faltado tiempo a este ‘mamotreto’ de ERC para soltar otra memez tan propia de él: “¡Nos encarcelan porque no pueden ganar!”. ¿Se puede ser más ignorante? Eso sí, la humillación a España y a todo lo español que no falte, de ahí que la exalcaldesa de Badalona, candidata de la sectaria y anarquista CUP, haya recibido con honores a los golpistas y terroristas, Junqueras y Raúl Romeva.
De momento tienen el tercer grado, pero el Gobierno filoetarra de Pedro ‘Plagio’ Sánchez está buscando el momento más idóneo para conceder el indulto a toda la tropa de Lledoners.
¿Comparamos el intento de golpe de Estado del 23F con el golpe de Estado efectuado en Cataluña? Unos cumplieron treinta años de prisión y estos ‘terroristas de cuarto de aseo’ tan solo han cumplido tres. Los mismos que pedían a gritos un muerto el 1-O para echárselo a la Guardia Civil y a la Policía Nacional, en un intento de crear mártires del golpe de Estado catalán, resulta que ahora salen a la calle para hacer campaña electoral, retar al Supremo, hacer la peineta al Constitucional y pasarse por el arco del triunfo la ley española.
Mal precedente para cualquier Gobierno que conceda el indulto porque, no más allá del día siguiente, puede encontrarse con un alzamiento social y político en toda regla. Decía un buen amigo, profesor de la Universidad de Valladolid, que “hay que tener cuidado con los libros de política; podemos morir por culpa de una errata”.
“Este país lo merece todo, lo necesita todo y estamos aquí para dároslo todo, incluso nuestra libertad”, ha dicho Junqueras sin pudor. Empieza por llamar país a su comunidad autónoma lo que ya es motivo de risa, mofa y hazmerreír, tanto como el ridículo que hizo Puigdemont en el Europarlamento en su cutre discurso; me refiero al primero porque, el día que le tocaba volver, se desalojó la Cámara y se quedó como los de Tudela; es decir, solo. De momento, los golpistas están demostrando lo que son y por lo que todos los tenemos: “Retorcidos bichos con labios tan finos que, en vez de besar, cortan.
En fin, de aquí al 14 de febrero nos vamos a reír de lo lindo. No van a faltar estupideces al más puro estilo de ERC con los ‘payasos’ y fantoches Romeva, Rufián y Junqueras. Mis más sinceros respetos para los payasos de profesión: siempre admirables, risueños y dispuestos a hacer felices a los demás. Ya se sabe que el golpismo catalán, que es lo mismo que el terrorismo de salón y el crimen de ficción, está muy interesado en que se hable mucho y de todo. Gente como el ‘ojiplático’, Junqueras, está muy interesada en que todos tengan por qué callar, para que no hablen de ellos.
Su corrupción por malversación de caudales públicos, así como su golpismo militante, le llevaron a la cárcel y ahí debe seguir, salvo que la Judicatura se ponga mirando a Cuenca esperando a recibir. Y esto sería muy grave porque el mismo derecho tendríamos todos los españoles a pasarnos la ley por donde posamos montados a caballo. ¿Van a ser tan ladrones en la Judicatura que nos van a robar la democracia y la libertad? Decía Napoleón que “Hay ladrones a los que no se castiga, pero que nos roban lo más preciado: el tiempo”.
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