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Ficha técnica
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94- Real Madrid: Sergio Rodríguez (17), Rivers (6), Rudy Fernández (19), Ayón (9) y Reyes (15) -quinteto titular- Llull (10), Bourousis (2), Carroll (9), Maciulis (3), Slaughter (2), Mejri (0) y Campazzo (2).
85 – Iberostar Tenerife Richotti (21), Uriz (5), Beirán (3), Rost (5) y Sikma (21) -quinteto inicial- Niang (-), Sekulic (-), Heras (0), Lampropoulos (13), Blanco (2) y San Miguel (13).br>
Parciales: 25-26, 21-20, 32-24 y 16-13.
Árbitros: García González, Castillo y Mas Cagide.
Incidencias: Vigésima segunda jornada correspondiente a la fase regular de Liga Endesa, disputado en el Palacio de los Deportes (Madrid) ante 9.231 espectadores.
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La fiesta acabó en vendaval de puntos y aplausos, pero estuvo cerca de aguarse. El Iberostar Tenerife vendió cara su derrota e hizo emplearse a fondo al Real Madrid. La magia de Sergio Rodríguez (17 puntos y 17 de valoración), tanto en dirección como anotación, sumada a las genialidades de Rudy Fernández (19 puntos, 7 rebotes y 26 valoración) desde el triple (5 de 6) y al poderío anotador de Felipe Reyes (15 puntos en 16 minutos) acabaron por sellar otro triunfo blanco: el 17 (de 18) en 2015; justo en el día que afición y equipo celebraron el reciente trofeo de Copa del Rey y se alcanzaba el partido 1.300 en ACB. Enfrente, Richotti (21 puntos) y Sikma (22) impulsaron a un Iberostar Tenerife, cuyo escaso fondo de armario acabó jugando en su contra.
El baloncesto gana adeptos con encuentros donde prima más el aspecto ofensivo que el defensivo. Los espectadores lo agradecen enormemente. Se aplauden hasta jugadas brillantes del adversario (una asistencia de Sikma, por la espalda, a Richotti). Se disfruta, eso sí, ganando, aunque sea a base de esforzarse hasta entrado el cuarto final. El primer acto sirvió para comprobar que el Real Madrid no tendría un compromiso administrativo. Nada de trámites. El cuadro tinerfeño se movía como pez en el agua, especialmente en ataque. En defensa era otra historia. Pero les iba bien. Habían decidido retar al Real Madrid a base de canastas. Richotti y Sikma dominaban por fuera y por dentro, respectivamente.
Sikma, imparable
El Iberostar Tenerife ni siquiera se inquieto cuanto tuvieron un primer desfase anotador durante casi cuatro minutos del segundo cuarto. De un 31-26 -con dos triples consecutivos de Carroll- se pasó al 39-42, con un Sikma más que inspirado. El estadounidense (19 puntos al descanso; luego se desinfló) era un dolor de cabeza para Laso. Sus hombres altos no conseguían dar con la tecla oportuna para frenarle. El estirón tinerfeño no fue a más (46-48, al descanso) porque Sergio Rodríguez volvió a escena -Campazzo estuvo desacertado- y Llull (en el banquillo por decisión técnica) apretó en velocidad el juego blanco. Entre ambos neutralizaron la desventaja (41-48).
Había dos claves a considerar: el Real Madrid no defendía como de costumbre y el Iberostar Tenerife estaba con porcentajes de acierto cercanos a la perfección. ¿Se podrían mantener ambos factores? La respuesta se encontró durante el segundo tiempo. El Real Madrid apretó en defensa hasta ahogar al cuadro de Alejandro Martínez: en el último cuarto, los suyos sólo anotaron 13 puntos. Y antes ya habían sufrido sequías importantes, como el 8-0 nada más volver de vestuarios. La defensa blanca empezaba a carburar como ya sucedió en Gran Canaria en la Copa del Rey. CAI Zaragoza y Joventut lo saben bien. Y también el Barcelona.
Sergio Rodríguez, Rudy y Reyes, letales
Pero el partido no estaba muerto. El Real Madrid no acababa de abrir brecha en el marcador. Y eso que el Iberostar Tenerife (sin Sekulic) empezaba a flojear. Sus porcentajes se resentían y sólo las numerosas pérdidas de balón del Real Madrid (terminó con 18) avivan sus deseos de dar la sorpresa en el Palacio de los Deportes. Todo quedo claro cuando se juntaron un trío de oro del Real Madrid. Sergio Rodríguez (en la dirección), Rudy (con sus triples) y Reyes (anotando en la pintura) acabaron poniendo una cómoda renta al término del tercer cuarto. Entre los tres cerraron en un 78-72 ese cuarto. Rudy anotó 9 puntos y Felipe 13 para hacer buena la dirección de Sergio Rodriguez, que aportó también sus puntos para cerrar en 17 puntos hasta ese momento. La ventaja empezó a crecer y llegó hasta los 12 puntos.
El Real Madrid ya tenía el partido donde quería: arriba en el marcador y con un Tenerife en claro descenso en su aportación. Estaban ya jugando al límite de sus posibilidades. No se vinieron abajo, pero habían tocado techo. Durante el último cuarto, sólo anotaron 13 puntos; la mayoría cuando el partido ya estaba decidido a favor del Real Madrid, ésta vez el triunfo fue cosa de su trío de oro: Sergio Rodríguez, Rudy y Reyes.
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