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La clase media en Rusia

Mijaíl Jmeliov
Redacción
miércoles, 4 de julio de 2007, 22:13 h (CET)
En Rusia pertenece a la clase media entre el 15% y el 70% de la población, según diversos estudios. La diferencia tan fuerte se debe a los investigadores que toman por la clase media distintos contingentes poblacionales. En cualquier caso, la clase media en Rusia existe y si bien no es tan numerosa como en los países industrializados, cumple con éxito su función de estabilizador socioeconómico de la sociedad rusa.

La clase media constituye el pilar de la estabilidad de toda sociedad. Cuanto más numerosa es, tanto mejor está protegido el país de los posibles cataclismos políticos y sociales. No obstante, brillan por su ausencia los criterios rígidos, por los cuales un ciudadano puede catalogarse en Rusia dentro de la clase media. En la mayoría de los casos los propios habitantes de Rusia son incapaces de definir a qué categoría poblacional pertenecen.

Por tradición, se aplican dos grupos de criterios para la identificación socioeconómica del hombre. Entre los criterios objetivos cabe mencionar la renta que perciben las personas físicas, la gama de mercancías y servicios que pueden permitirse adquirir y el nivel de instrucción. Entre los subjetivos destaca la valoración de sí mismo.

Según los datos del Ministerio de Desarrollo Económico y Comercio (MDEC), compone la clase media rusa un 20% de la población con instrucción superior completa o incompleta y los ingresos de 1025 dólares por miembro de familia al mes, o sea, seis veces superiores al mínimo de subsistencia. Son requisitos obligatorios la posesión de depósitos bancarios y de inmuebles (segunda vivienda) y la posibilidad de descansar con regularidad en el extranjero. En el horizonte del año 2010 va a pertenecer a este contingente del 30% al 35% de la población, mientras la cuota de los habitantes pobres disminuirá del 20% al 11% en el mismo período. No dejan de crecer los ingresos de la población y hacia 2010 aumentarían un 27% frente al nivel actual, sostienen los expertos del MDEC.

Los criterios económicos de clasificación, elaborados por el Centro Nacional del Nivel de Vida, son más modestos. Los expertos de esta institución catalogan dentro de la categoría de los rusos acomodados a los que ingresan más de 790 dólares al mes y dentro de la clase media, a los ciudadanos con ingresos entre 270 y 790 dólares por miembro de familia al mes. De aplicar estos criterios, compone la clase media el 40,5% de la población de Rusia.

Desde luego, se puede objetar estos criterios de evaluación, en especial, en lo que respecta a sus detalles. En la capital y en grandes ciudades la gente cobra más que en otras regiones del país, pero los precios en las urbes se mantienen en los niveles europeos. Así, en la capital el mínimo de subsistencia aprobado es un 16% más alto que la media nacional y los moscovitas cobran salarios 140% más altos que otros habitantes de Rusia. Cabe señalar que Moscú es una de las ciudades más caras del mundo.

En el país no faltan personas que cobran salarios homologables por su cuantía con los establecidos en Europa Occidental. Gastan un 25% de lo que ingresan en la alimentación y vivienda y pueden permitirse adquirir inmuebles, coches, prendas de vestir costosas, ordenadores y viajar al extranjero. Los autores de todos los estudios llegaron a la conclusión compartida de que en Rusia componen la clase media los empresarios pequeños y medianos, el cuerpo de administradores de escala media y superior de las corporaciones públicas y privadas y funcionarios públicos de alto rango.

En Rusia sólo un 22% de los habitantes reconoce pertenecer a la clase media frente al 40-45% en Europa Occidental y hasta 70% en Estados Unidos.

No cabe duda de que la clase media actúa como locomotora de crecimiento económico de Rusia puesto que el boom consumista predetermina altos ritmos de incremento del PIB ruso. La gente acomodada sienta las bases para la estabilidad en la sociedad y siembra semillas de conservadurismo sano, necesario para evitar cambios bruscos en el escenario político.

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Mijaíl Jmeliov, para RIA Novosti.


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