“Necesitamos de vuestra ayuda”; “cualquier aportación será bienvenida y será otro grano de arena para conseguir que este lugar pueda seguir adelante”; “no hemos recibido apenas ayudas, tenemos una capacidad de endeudamiento ya al límite”; “nos hemos visto obligados a cerrar. Sin apoyo de la comunidad, el local no podrá reabrir”. Podrían ser fragmentos de una misma conversación o un mismo texto, pero no. Son frases dichas por personas diferentes y en ciudades diferentes. Sin embargo, hay dos elementos que sí son comunes en todas ellas: los problemas económicos que arrastran sus negocios derivados de la crisis sanitaria y que la solidaridad de un crowdfunding ha conseguido mantenerlos a flote.
Estupenda Café Bar (Madrid), La Residencia (Valencia), Muro Bar Independiente (Málaga), Tinta Roja (Barcelona), El Perro (Madrid) o La Sociedad Herbívora (Málaga) son solo algunos de los muchos negocios que se han visto afectados por la crisis del coronavirus. De hecho, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la declaración de concursos de acreedores en el sector de la hostelería han aumentado un 35% con respecto al 2019. Sin embargo, estos locales concretamente, también han sido afortunados ya que han sentido a su clientela más cerca que nunca y hoy, a pesar de las dificultades, pueden decir orgullosos que gracias a ellos pueden volver a abrir la persiana, o al menos, hacer frente a las deudas para seguir adelante, que no es poco.
La pandemia ha puesto de rodillas a toda la población, sin hacer excepción alguna. Pero si hay dos sectores que lo están pasando especialmente mal son por un lado el hostelero, y por otro, el hotelero. Facturas a proveedores, meses de alquiler con retrasos, abono de suministros, pago de nóminas de una plantilla que no puede trabajar, hoteles vacíos... Un sinfín de preocupaciones que han hecho que muchos propietarios, que durante años hicieron de su trabajo toda su vida, se hayan visto obligados a replantearse su futuro con la incertidumbre y el miedo de quien puede pederlo todo.
Pero hay que ver el vaso medio lleno. Porque sí, esta crisis también ha enseñado cosas buenas. Ha demostrado que las personas son solidarias y que son capaces de ayudar a quien se encuentra en dificultad. Y en esto, bares, hoteles y restaurantes tienen una gran ventaja: sus clientes.
“La respuesta al llamamiento hasta ahora ha sido asombrosa, tanto en donaciones como en la cantidad de peregrinos que se han puesto en contacto con Mar para contarle cuánto les ayudó El Serbal y La Luna en sus Caminos”. Así reza el agradecimiento que Michele McNally ha escrito en el crowdfunding que creó hace unos días en la plataforma GoFundMe (https://es.gf.me/v/c/krzm/sos-para-el-albergue-de-zafra-vicent-van-gogh) para ayudar a los dueños del hotel. Se trata de un pequeño albergue, que acoge con los brazos abiertos a peregrinos que optan por el Camino Francés para llegar a Santiago de Compostela. Hoy, y a pesar de que aún necesitan ayuda, han recaudado más de 3 mil euros y cuentan con el afecto y el apoyo de cientos de personas. En una situación similar se encuentra, Mike, un americano enamorado de España que tras hacer el Camino de Santiago decidió dejar la docencia para dedicar su vida a regentar La Rosa del Agua. “Nuestras reservas están casi agotadas mientras luchamos por pagar los gastos fijos durante el invierno. Por eso pedimos tu ayuda” se puede leer en la campaña (https://es.gf.me/v/c/krzm/la-rosa-del-agua-pilgrims-serving-pilgrims) que sigue activa y ha alcanzado más de la mitad de su objetivo económico gracias a la solidaridad antiguos clientes.
El Albergue Vicent Van Gogh, situado en Zafra, también puede sentirse afortunado de contar con amigos más que con clientes. En su caso, la situación en la que se encontraban debido a la pandemia “era crítica”, y gracias a la llamada de auxilio no han sido pocas las personas que han arrimado el hombro (https://es.gf.me/v/c/krzm/sos-para-el-albergue-de-zafra-vicent-van-gogh) y han aportado su granito de arena, ya sea donando o compartiendo en redes sociales. “Ha llegado el momento de pedir ayuda” decían en la página de internet. Tan pronto la pidieron, comenzó a llegar en forma de donación. La campaña aún está activa.
Lola y Alberto, por su parte, tienen un hotel rural en Capileira, una localidad situada en la Alpujarra granadina. Su crowdfunding ha superado con creces sus expectativas, ya que para no poner en un aprieto a sus clientes decidieron fijar como objetivo económico un euro. “Los meses van pasando- explican en el texto- nos hemos animado a crear esta campaña porque los gastos siguen y los meses pasan sin ver la luz al final. Necesitamos vuestra ayuda temporalmente. Entre todos saldremos adelante, estoy seguro”, se puede leer en la campaña de recaudación de fondos. (https://es.gf.me/v/c/krzm/ayuda-al-hotel-rural-alfaja-de-antonio).
Desde que empezara la pandemia, las campañas de recaudación de fondos se han visto multiplicadas en España. Primero, la ayuda fue para los hospitales, quienes luchaban sin material necesario en primera línea frente a una pandemia nunca vista antes. Después, las donaciones se convirtieron en asistencia básica para quien lo necesitaba: banco de alimentos, cajas con productos básicos... Desde hace unos meses, el sector hotelero y el hostelero son quienes agonizan, personas echadas, medidas restrictivas y facturas por pagar. Ahora, son ellos quienes necesitan ayuda. Es evidente que una recaudación de fondos no resolverá todos los problemas, lo que sí está claro es que el binomio "crowdfunding y solidaridad" puede cambiar la suerte, al menos temporal, de muchos de ellos. Que es lo que necesitan para mirar al futuro después de tantos meses de incertidumbres.
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