Después de unos años en los que había caído en desuso, ahora sentarse a la mesa ante una vajilla bonita vuelve a ser tan importante como antaño. Y es que, con el tiempo, las personas son cada vez más permeables a las tendencias en la decoración de sus hogares. Y, dentro de todo esto, la vajilla ha tomado relevancia. Además de esa permeabilidad por las tendencias que ahora se observa con cada vez más opciones de cadenas de tiendas de decoración para todos los gustos, el confinamiento de la población ha hecho que las personas vuelvan a mirar hacia sus hogares con una mirada distinta.
La importancia de la vajilla Una vajilla formaba parte del denominado ajuar de cualquier pareja que se casaba, junto a sábanas y manteles. En las casas era habitual (y aun ahora lo es) tener una vajilla de uso diario y otros más especiales para las visitas o las fiestas especiales, como por ejemplo la Navidad.
Esta tendencia vuelve a retomarse, pero la sofisticación y el diseño ha llegado al día a día. Se puede hablar de la referencia que los consumidores toman de los denominados influencers quienes, a través de sus perfiles en redes sociales explican tendencias de decoración o recetas de cocina a su legión de seguidores.
Lo cierto es que disponer de una vajilla, con todos sus complementos (como por ejemplo una bonita cubertería o una preciosa cristalería) vuelve a estar en la mente de muchas personas.
Las principales marcas del mercado El mercado se ha llenado de un sinfín de marcas, muchas de ellas con una larga historia en sus espaldas, que vuelven a vivir un momento dorado. Las hay de todos los estilos, más clásicas o más modernas, de manera que se adaptan a los gustos de todas las personas y también al estilo de decoración de sus hogares.
Así, marcas como Vista Alegre, La Cartuja de Sevilla, Thomas, Vileroy&Boch o Roshental ofrecen un amplio abanico de posibilidades para todos los gustos y también con precios que se adecuan a todo tipo de bolsillos.
La importancia de los complementos Para muchos, poner la mesa se ha convertido en un ejercicio de buen gusto que no se queda en una buena vajilla. Mantelería, cubiertos y cristalería deben estar al mismo nivel que el de la vajilla.
En este sentido, también se puede encontrar una amplia variedad de estilos y marcas en cuberterías que permiten satisfacer todos los gustos, con marcas como Christofle, WMF, Meneses, Cruz de Malta o Alessi, con productos tradicionales y también con cubiertos diseñados por nombres de gran prestigio o incluso series limitadas.
Y los elementos de cristalerías, como vasos, copas, botellas o decantadores también ayudan a completar mesas de ensueño dispuestas a degustar los mejores platos. Encontramos marcas de referencia como son Vista Alegre, Bohemia, Riedel o Baccarat.
Cómo y cuándo comprar nuestra vajilla Los precios de una vajilla, una cubertería o una cristalería de alguna marca de prestigio y diseño como las mencionadas anteriormente son muy variados y capaces de adaptarse a cualquier bolsillo, pero también podemos aprovechar las ofertas en vajillas que muchos comercios ofrecen de manera bastante habitual.
Estas ofertas nos pueden permitir aprovecharlas para comprar vajillas de las marcas más prestigiosas, aprovechando los descuentos para invertir en grandes marcas como las vajillas de diseño de Thomas o Rosenthal o las más clásicas de La Cartuja de Sevilla o San Claudio.
El arte de poner la mesa Y es que, como se ha dicho, son cada vez más las personas que piensan en poner la mesa como un arte de los nuevos tiempos, con la idea de generar una experiencia estética tan o más importante como la experiencia culinaria. Las vajillas actuales ya no se limitan a platos llanos y hondos de diseño espartanos.
Además, todo esto es válido para el día a día. La vajilla ya no es un elemento que presentar cuando vienen invitados. Y es por ese motivo que cada vez son más las personas que invierten en una bonita vajilla, una cubertería y una cristalería de su estilo, prestando atención en la estética y el diseño.
Aprovechar las ofertas en este tipo de elementos es más que interesante, tanto para nuestros bolsillos como para vestir nuestra mesa con elegancia.
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