Joan Plaza (Barcelona; 1963) continúa recibiendo ovaciones cuando visita Madrid. No en vano es el último entrenador del Real Madrid que ha conquistado un título europeo desde aquella recordada Final Four de Zaragoza (1995). Con Joan Plaza como técnico, el baloncesto blanco se alzó con una Copa ULEB (2006-2007). Fue un oasis en plena travesía por el desierto. Joan Plaza, ahora máximo responsable de Unicaja de Málaga, considera que el Real Madrid cuenta con todos los recursos necesarios para volver a dominar en Europa. Mientras llega ese día, los aficionados del Real Madrid aún recuerdan con una sonrisa esos tiempos con Joan Plaza como entrenador, cuando el equipo conquistó, además esa misma temporada, el título de ACB mediante un baloncesto brillante y se vieron los primeros minutos de nuevos talentos como Mirotic –ahora en Chicago Bulls- y de Sergio Llull, llamado a ser clave en esta Final Four de Maddrid 2015.
El que fuera entrenador del Real Madrid confía en que el club blanco conquiste la Euroliga.
|
¿Cómo ve las opciones del Real Madrid en esta Final Four? ¿Notarán la presión de jugar en casa y de estar obligados a ganar?
Las opciones están en lo más alto. Haber acumulado dos Final Four y disputarla en tu casa, te da un plus y muchas posibilidades de conseguir ese ansiado trofeo.
Después de dos subcampeonatos consecutivos, ¿Qué deberían cambiar respecto a años anteriores para ser campeones? ¿O cómo deberían afrontar la Final Four? ¿Qué ha debido aprender respecto a esas dos finales?
Lo que debían hacer ya lo han hecho, y es volver a estar entre los mejores y llegar con algunas derrotas que les hagan afrontar este reto sin haber querido abarcar todo y cuanto jugaban. Las experiencias previas les habrán hecho entender que ganar de 30 puntos o ir ganando con cierta holgura no es sinónimo de victoria…, pero ellos sabrán cómo afrontarlo adecuadamente.
¿Cómo ve usted a los otros tres equipos, CSKA, Fenerbahce y Olympiacos? ¿Qué destacaría de cada uno de ellos?
Creo que solo CSKA está a la altura y competitividad del conjunto español. Sin lógicamente desmerecer a nadie y más si en esos conjuntos hay un tal Obradovic o un tal Spanoulis entre muchos otros.
Con usted como entrenador, el Real Madrid ganó su último título europeo, ¿qué recuerda de esos días y de esa temporada donde lo ganaron prácticamente todo?
Fue una temporada increíble, porque excepto la Final de la Copa del Rey en que tuvimos un mal primer cuarto, el resto lo ganamos todo. La Final de Charleroi provocó una conexión con nuestros socios brutal y mis jugadores merecieron un titulo que nos volvía a la Euroleague. A título personal…, mis sensaciones fueron ¡INDESCRIPTIBLES!
En esos encuentros finales donde uno se juega todo a un partido, ¿cómo mentaliza el entrenador a los jugadores para aguantar la presión, los nervios? ¿Se hace algo especial en los días previos?
Procuras destensarlos, hacerles ver y valorar todo el trabajo acumulado hasta ese instante y del merecimiento de esa ansiada victoria. De una forma velada les abres también los ojos en cuanto a aprovechar las oportunidades que te brinda la vida y no debes dejar escapar.
En aquellos años en el Real Madrid, se fichó a Llull, se dio salida a Mirotic, se hizo un baloncesto ofensivo que llenaba Vistalegre… ¿se reconoce en algo en el actual Real Madrid?
Siempre dije que, más allá de los títulos, lo más sorprendente fue esa relación con el público (que entonces debía trasladarse hasta Vistalegre) y que llenó con 15.000 personas en varias ocasiones la cancha de juego. De aquella época siguen siendo puntales Felipe Reyes (que dio un salto de calidad en la mejora de su amenaza en el tiro) y Sergi Llull a quien su hambre por ser cada día mejor, no me hizo dudar un minuto y ya lo demostró en el partido contra los NBA de los Toronto Raptors. También Mirotic debuto con nosotros y su fase de aprendizaje fue excelente. No quiero olvidarme de muchos miembros del staff técnico que siguen ahí.
¿Cómo recuerda su paso por Kaunas? ¿En qué le enriqueció entrenar fuera de España?
Siempre creí que para entrenar en ACB debía (quería) pasar previamente por todas y cada una de las categorías del baloncesto español…, y así lo hice. Una vez alcanzado creía que debía adquirir experiencia más allá de los Pirineos, con otro idioma, costumbres, educación…, y Zalgiris Kaunas me lo propuso y allí adquirí una confianza y madurez, de las que no puedes adquirir fácilmente. Tan solo los problemas de liquidez impidieron no seguir allí a pesar de ganar la Liga y la Supercopa.
Unicaja está completando una muy buena fase regular, ¿cómo ve sus opciones de cara a los play-off? ¿Cree que podrían ser como el Atlético de Madrid en fútbol y sorprender a Madrid y Barcelona?
En Málaga hemos logrado cambiar una tendencia negativa que había llevado al club a no estar en Play-Off, ni en Copa del Rey los últimos años…, y en esa mejora y fase de consolidación del proyecto estamos. Queremos ser cada año mejores y poner a este club con 10 años consecutivos clasificándose para el Top-16 de la Euroleague, entre los mejores en España y Europa.
Usted lleva toda una vida como entrenador, ¿cuáles sería las claves esenciales para gestionar un vestuario y construir así un bloque sólido?
Creo que hay que tener grandes dosis de empatía, saber ponerte en lugar de los jugadores y del entorno que los rodea, y ofrecerles unas pautas solidas (incluso divertidas) que provoque que sean felices trabajando y aflorando lo mejor de cada uno de ellos en pro de un objetivo.
Por último, ¿cómo le nació esa faceta suya de escritor? ¿Qué le aporta el escribir a la hora de preparar un partido o ver baloncesto?
La literatura me aporta oxigeno en un mundo tan exclusivo como el deporte profesional, me aporta bagaje para saber convencer a mis jugadores ante todos los retos que encaramos durante una temporada, me enriquece culturalmente y amplía los puntos de vista en muy distintos aspectos. Pero no tengo categoría ni talento para llamarme escritor y a pesar de tener dos novelas (Las Mantas de Angelina y Despertar a Tiempo) no me considero más que un “junta-palabras”.
|