El ya exdelegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana y también exconseller de Gobernación
y Justicia, Serafín Castellano, ha quedado en libertad provisional tras pasar a disposición judicial al
ser detenido en una causa abierta por presuntos favores a una empresa, Avialsa, a la que se
adjudicaron contratos para la extinción de incendios cuando era conseller de Gobernación y con
cuyo presidente coincidió en cacerías.
Tras ser arrestado a primera hora de la mañana de este viernes en una operación coordinada por
Fiscalía Anticorrupción, Castellano ha pasado a disposición del juzgado de Instrucción número 1
de Sagunto, cuya juez le ha dejado en libertad provisional, le ha retirado el pasaporte y le ha
prohibido salir del país, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la
Comunidad Valenciana (TSJCV).
Castellano deberá estar a disposición de la autoridad judicial para acudir tantas veces como sea
llamado y la causa sigue secreta, han indicado las mismas fuentes.
La detención se ha producido en el marco de la operación relacionada con la investigación
abierta en el ministerio público el pasado mes de octubre, cuyas diligencias le fueron remitidas de
Fiscalía de Madrid tras una denuncia interpuesta por el exgerente de Avialsa --empresa
adjudicataria de dichos contratos-- en la que alertaba de diferentes irregularidades tanto en la
adjudicación como en la gestión de los contratos otorgados por parte de la conselleria dirigida por
Castellano --quien también ocupó el cargo de secretario general del PPCV-- a esta mercantil entre
los años 2008 a 2010.
Tras meses de investigación, Anticorrupción decidió denunciar los hechos en el juzgado al
observar que los mismos podrían ser constitutivos de delito.
En concreto, la investigación se ha centrado en los contratos adjudicados a Avialsa por parte de
Castellano, cuando ocupaba el cargo de conseller de Gobernación, entre los años 2008 y 2010,
para la extinción de incendios forestales, por un importe de más de 33 millones de euros.
En la denuncia presentada en Madrid, se aludía a supuestos regalos efectuados por el presidente
de Avialsa, Vicente Huerta, a Castellano, relacionados con cacerías de patos y perdices; y, por otro,
a gestiones del exconseller para favorecer al directivo.
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