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Decíamos ayer que no hay Gobierno en España porque hay una absoluta carencia de dirección política en el país. Así mismo afirmábamos que tampoco teníamos presidente del Gobierno, sino simplemente un dadivoso egoísta y frentista para independentistas, golpistas, proterroristas, nacionalistas y antisistema.
¿Qué tramaron Barrabés y Begoña, en pleno corazón de La Moncloa? ¿Quizás pusieron su negocio a proa mojándolo con vino de borgoña?
Ayer por la tarde, mientras nos mofábamos con estruendo --rodeando a dos cuartos de lechazo-- de las intenciones del Gobierno socialcomunista, en lo que a regeneración democrática se refiere, un antiguo y reconvertido amigo socialista del grupo decía: «¡Qué manera más burda de acosar al juez que instruye los casos de ¿presunta? corrupción y tráfico de influencias de Begoña Gómez!
Hoy queremos invitarlos a reflexionar sobre un asunto acuciante desde hace siglos, a saber, la necesidad de contar con un sistema judicial que sea el pilar sobre el cual se sostenga la justicia de todos los ciudadanos por igual en cualquier sociedad. Lo ideal sería contar con un poder judicial robusto, eficiente y honesto para garantizar el orden, la paz y la equidad, pero bien sabemos que existe una gran deficiencia al momento de contar con funcionarios judiciales probos.
El "Caso Begoña" o, como otros denominan, el "caso Sánchez", no es una serpiente de verano, como antiguamente sacaban los periodistas para que no decayesen las ventas. Es un hecho real, parecido al aloe vera. Esta planta, mientras más la investigan más propiedades le descubren. A ésta más embrollos o chanchullos le sacan.
Supongo que, a la altura de la película en la que nos encontramos, todo el mundo se habrá dado cuenta de lo cateto que es Sánchez, el cartero de La Moncloa; yo lo percibí hace bastante tiempo cuando salieron a la luz sus plagios, sus discursos y sus “despistes de protocolo”. También, cuando fue a un país sudamericano y le tuvo que corregir la jefe de protocolo el lugar que debía ocupar ante la compañía que le iba rendir honores militares.
En los laboratorios de la Fundación FAES, cuya cabeza visible sería el ínclito Aznar, se habrían cocinado las falsas informaciones y tergiversaciones contra Begoña Gómez y luego enviadas simultáneamente a toda la pléyade de web digitales derechistas surgidas exprofeso para defenestrar a Podemos, difundiendo bulos, medias verdades y tergiversaciones que luego tendrán su plasmación escrita en el diario El Mundo, convertido en portavoz oficioso del PP.
Hay mamporreros subvencionados por el Gobierno, que actúan como puntuales activistas en favor del régimen sanchista. Algunos se dicen periodistas, o creen serlo por tener un título que firma el Rey, pero dejan mucho que desear a la hora de elaborar noticias, con especial inclinación hacia los torpes bulos para hacer mérito y distraer la atención.
Una vez más me pongo a escribir basándome en un refrán (para mí, indudable fuente de sabiduría) que recoge el gran “Diccionario temático de Refranes y Paremias” de mi gran amigo el profesor Rafael Martínez Segura. Y voy a hacerlo para opinar sobre un asunto de rabiosa actualidad, que espero merezca el respeto que yo tengo para otros, aunque sean discrepantes.
En pleno siglo XXI, una presunta activista del gobierno de Pedro Sánchez perdía el culo por aventar maledicencias del juez que tiene imputada a la señora del presidente. ¡Lenin ha resucitado! Con ignorante desparpajo, rápido y veloz verbo, comenzó a narrar su película mal hilvanada y nula de información veraz, pero dañina a sabiendas de cómo podía destrozar el prestigio del juez Peinado si hubiera sido cierta.
Cada vez que escribe una carta el tal Pedro Sánchez –mentiroso y fraudulento donde los haya– demuestra que su azotea no funciona bien: desprecia a la ciudadanía y demuestra características de psicópata, en palabras de Rosa Díez y Díaz Ayuso. Le salió bien la primera carta y cree que todas surtirán el mismo efecto: en Europa ya es el hazmerreír y está apartado de todos los círculos de poder y decisiones.
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ordenó el bloqueo de la plataforma de mensajería Telegram el viernes por la noche por permitir el uso no autorizado de fútbol, películas y series bajo derechos de autor. La drástica decisión se tomó tras la denuncia de los tres principales grupos de comunicación del país, Atresmedia, Mediaset y Movistar Plus, y la negativa de Telegram a facilitar la identificación de los responsables de la difusión de esos contenidos.
¡Bingo!, gritará el ocurrente de turno, o acaso alargará el título con tan conocido como ordinario pareado, que no por repetido hasta la saciedad deja de hacer gracia a un sector de la población. De todo tiene que haber, supongo. Pero ya imaginarán ustedes, conociendo mi seriedad en esto de la escritura, que el tema del presente texto tiene algo más enjundia que una gracieta fácil.
Aforismo latino que vertido al Español quiere decir: “La corrupción de lo muy bueno es malísima”. Con esta frase se quería indicar que lo óptimo, cuando se echa a perder, cuando se pudre, es fétido, es lo peor que hay. Por desgracia hoy entre los españoles está vigente ese dicho.
A lo largo de dos días, la jueza Ketanji Brown Jackson enfrentó casi 24 horas de interrogatorios mayormente hostiles ante el Comité Judicial del Senado de Estados Unidos mientras los miembros del Comité consideraban su designación como candidata para integrar la Corte Suprema del país. La actual jueza del Tribunal Federal de Apelaciones del distrito de Washington D.C. es la primera mujer afroestadounidense en ser nominada al máximo tribunal de Estados Unidos.
La exministra, González Laya, se ha reído en la cara del juez y le ha tomado por el pito de un sereno o de dos. Lo ha hecho en su propia casa; es decir, en sede judicial. Curioso personaje que no supo entender su cometido como ministra y a quien el presidente acabó poniendo a los pies de los caballos en el tema de Brahim Ghali. Alguien debería explicar a esta ministra fullera que su deber es protegernos y no engañarnos ni exponernos a todos los peligros.
Un juez federal de EE.UU. bloqueó de manera temporaria la ley que prohíbe casi todos los abortos en Texas. Lo hizo en atención al pedido de emergencia presentado por el Departamento de Justicia destinado a frenar la aplicación de dicha ley mientras los tribunales analizan su legalidad.
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