Ayer por la tarde, mientras nos mofábamos con estruendo --rodeando a dos cuartos de lechazo-- de las intenciones del Gobierno socialcomunista, en lo que a regeneración democrática se refiere, un antiguo y reconvertido amigo socialista del grupo decía: «¡Qué manera más burda de acosar al juez que instruye los casos de ¿presunta? corrupción y tráfico de influencias de Begoña Gómez! El amarillismo de la periodista ultra de ese digital singular, bien alimentado de prebendas estatales, no deja de ser cómico y para sonora mofa. Yo, como ‘fascista ultra turbo liberal convencido’, seguía diciendo el retraído exsocialista, también tengo tres DNI: uno para los días pares, otro para los impares y el tercero para salir de cañas los festivos».
Tras escuchar lo que escuché en una cadena vendida a la izquierda recalcitrante, menos mal que el juez no se llama Manuel García García o Antonio Pérez García porque le aparecen más DNI que hongos y pucheruelos en los pinares de Portillo en época de rebusca. Tómense la molestia de buscar un nombre corriente entre tantos como abundan en esta España vejada por el actual Gobierno desvergonzado y probolivariano; ya verán cómo aparecen más de cuatro mil propiedades entre su patrimonio.
Ahora sí que no tengo dudas de que la presunta periodista que sacó la información a la luz es lo que Torrente al mundo del cine o el bombero-torero a la tauromaquia tradicional, dicho con todo mi respeto. La increíble chapuza informativa del innombrable digital coincide plenamente con el anuncio del troceado Gobierno socialista «de ir contra la prensa de derechas y sus bulos», sin reconocer que los mayores y vergonzosos “buleros” están en Moncloa y en ministerios como Hacienda, Empleo e Interior.
No entenderé que la persona que comparte nombre y apellidos con el ínclito juez Peinado no acuda a querellarse contra esa periodista de mofa y ennegrecido escaparate, así como contralos medios que creyeron la información sin contrastarla, solo porque era contraria al juez y podía hacerle daño, además de contra los actores que expusieron públicamente la retahíla de falsos datos que avergonzaron a tirios y troyanos. Ese día, si la credibilidad de un tal Ferreras ya era nula, acabó por hundirse en el fango del bulo, de lo que tanto saben y practican en la ‘Fábrica de bulos y fango’: el Palacio de Moncloaca.
La exjefa de prensa del colaboracionista bolivariano, Rodríguez Zapatero, ha demostrado tener una cara más dura que el cemento armado. ¿Dónde es capaz de alojar tanto veneno, tanto odio, tanta venganza y tanta sinrazón? Sabía que lo que estaba diciendo era falso, pero iba dirigido a un público muy cortito, que con eso se queda satisfecho. Un público corto de razón y largo de torpeza. Si el juez se hubiera llamado, por ejemplo, Antonio García Pérez, “El Singular” digital que aventó la información, hubiera encontrado cientos, o tal vez miles de documentos patrimoniales para el mismo individuo.
Me recuerda a aquel momento en que acusaron a la mujer de Feijóo, cuya empresa decían que había recibido subvenciones, y resultó ser todo falso. Era el bulo por el bulo que había ordenado Moncloa (hoy Moncloaca para los españoles). María Jesús Montero lo filtró con su habitual torpeza. El mentiroso, Pedro Sánchez, ordenó buscar datos de ese tipo y el más torpe del Ministerio de Hacienda entregó a propósito el dato falso, lo que dejó en ridículo a la ministra y los gestos chulescos que hacía el arrogante bufón del Parlamento español: Pedro Sánchez.
Su carcajada contra Alberto Núñez, con alto grado de humillación, le será devuelta por el karma. Nunca falla. Espero que su final esté cerca, pero no deseo que sea «sangriento», como pronosticó la presunta vidente. No es poco que los funcionarios de arriba ya han empezado a enviarlos informes dudosos, así como datos retocados y recortados como si trabajaran en el bochornoso CIS del “Picapiedra” Tezanos.
El presidente no sabe que ya han filtrado sus más de cuarenta ociosos viajes en Falcon, quién viajaba, qué comieron, con quién viajaba y no debía hacerlo, dónde volaron, por qué y a qué… Lo que no entiendo es por qué hay 39 viajes a Santo Domingo, aunque parece que uno no fue registrado correctamente. En ello está ANONYMOUS. ¡Venga, venga, a ver cómo y con qué carga de odio “ElSingular.com” también lo investiga!
En fin, malos investigadores los patrañosos y floja comunicadora la aventadora de bulos al echar la culpa al propio Registro de la Propiedad. Por cierto, lo mejor es que cuente cómo pidió el dato porque estoy convencido que fue ella quien incitó al error: ¿Nombre y apellidos, sin DNI? ¡A ver señora, que hace ya muchos años que en el Registro de la Propiedad exigen el documento original del DNI de la persona en cuestión! Con ello podrá saber quién es el titular de derechos y, partiendo de esa información general, podrá dirigirse a los registros concretos y solicitar notas simples de los inmuebles en particular.
Me gustaría saber qué datos pidió y cómo los pidió, señora, para conocer cuál es el patrimonio del ínclito juez Peinado. Si hace mal la gestión, como usted y su gente lo hicieron con clamorosa inutilidad, puede encontrarse con un gran patrimonio a la vista, pero del que no es único titular. Miedo me da la gente como la exjefa de comunicación de ZParo, buscadora de tretas para hacer daño. No me extrañaría que denunciara a David Bisbal por cantar «Bulería, bulería…».
¡Qué tropa, Dios mío, qué tropa! Don Álvaro de Figueroa hubiera corrido a gorrazos a esos nefastos investigadores antes de soltar ese «¡Joder, qué tropa!», Y es que hay periodistas sectarias y zoquetes «periodistos» que estarían mejor “esconzuñando” que escribiendo maliciosas intenciones para dañar al prójimo. ¡Caramba con los coloradillos de caviar y zamburiñas!
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