Aquí presento una colección bastante mala de poesías, por eso las catalogo como “poesía experimental”, porque además no tienen demasiada rima ni son clásicas. Hay escritores muy buenos, pero yo, también aporto algo, por si a alguien le vale.
Y con este poema dinámico empieza este Tsunami:
“Que vaya a misa, recibiendo la bendición de San Pedro”.
¡Vaya vida llevo!, ¡vaya cosas escribo!… si es un diversión... pero en lo que me he convertido, en poetisa por vocación... Pero que esté claro: “no es mi profesión”. Y si algún día diesen dinero mis libros, como no lo disfrutaré yo, pido a Dios y a la ley: “que sea para animales y personas pobres, no para generar nuevos ricos, seres que serán infelices si no comprenden que hay que compartir riquezas con los más desfavorecidos del planeta”.
“Que sea así o el mundo dé un revés y los culpables reciban un buen castigo, con la ayuda de Santa Inés, Jesús, la Virgen de Fátima, Santiago Apóstol, San Pancracio, San Antonio y José Gregorio Hernández”.
Es la poesía de hoy que convirtió en poetas o poetisas a más de uno, menos a mí que lo hago de esta particular manera. A pesar de haber tenido matrículas de honor en la facultad y una tesis doctoral con la máxima calificación en la USC en el año 1998, escribo regular, aunque con mucho arranque. Lo cierto es que lo hago porque me entretiene, pero para nada me considero escritora. Siempre trabajé en Medios de Comunicación: Radio Negreira, Torrespaña, Prado del Rey (TVE) y en el lugar que ahora estoy, Tvg. Aparte de redactar para prensa y revistas. También estuve de ayudante de mi madre en su clínica de fisioterapia.
Escribo mal, pero escribo, lo hago mal pero lo hice y punto. Por ejemplo, no hace mucho he sufrido un pequeño desengaño amistoso, pues necesito escribir sobre ese asunto para simplemente olvidarlo y luego poder recordarlo y sonreír. Y lo logro, pues es mi mejor terapia. Es como deshacerse de lo malo pasándolo al papel, o escribiéndolo en el Word de tu móvil.
En esta obra hablo principalmente de temas universales, pero también se habla, y mucho, de los animales, pienso que ellos merecen todo nuestro cariño y consideración. Vayamos dejando de comer carne.
En parte hablo de animales míos, y de animales de otros (vecinos, conocidos, enemigos). El amor, por supuesto está presente, de diferentes formas y en situaciones que me ha divertido inventar, porque mucho de lo que escribo es sencillamente producto de mi imaginación, salvo cuando hablo de recuerdos míos. Tiene mucho de mí y mucho de mis inventos.
No es una obra de arte, pero quise ofrecérsela al mundo y no guardarla simplemente en un archivo de ordenador y que cualquier día se la cargase un virus o me la copiasen. Pero lo peor, les saqué depósito legal y deben estar subidas a Internet. De ahí no las sacaré entonces. Ahí deben estar. Quizás nunca llegue a nada, será entonces una anécdota más del tiempo o del pasatiempos de una mujer. Simplemente desaparecerá y nadie se acordará de ella, pues nadie la ha querido y a nadie ha gustado lo suficiente. Lo entenderé.
Pero, aquí van muchas de mis peores poesías. Animaros a leerlas…
No quiero que nadie me pida cuentas por esta obra, por lo que cuento, ni me pregunten quien soy yo. Simplemente aquí está mi humilde aportación a las “pobres letras”. Pobre, pero entregada con mucho cariño a los animales. Escrita sin tiempo ni el debido análisis, con los nervios propios de mi época y situación, simplemente entregada por ignorancia o porque sí. Creo que ni a mí me agradan, pero no las romperé…
Gracias por leerme.
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