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"No todo es oro lo que reluce y la investigación científica también tiene un lado oscuro. Distintas empresas encargan estudios con animales con fines lucrativos, para tratar de demostrar que su producto es mejor que la competencia. Los laboratorios buscan que se sigan financiando estudios con animales, es su manera de mantener el negocio", declara Emi Navarro, una de las personas activistas que dedica voluntariamente su tiempo a la defensa de los animales.
Todavía recuerdo que aún muchos años después de que iniciase mi andadura en la defensa de los animales percibía con verdadero desagrado y profunda incomodidad un área concreta de la explotación animal, por un motivo doble, además: el terrible sufrimiento que genera en las víctimas, de una parte, y la presunción de que resulta inevitable, de otra. Me refiero al uso de animales en experimentación.
Mirar en todo momento desde la poesía la compleja realidad, arribar a la conclusión de que no hay tema o circunstancia alguna que no pueda ser abordada desde ella, puede aparentar que se trata de una obsesión o de un estado insano del juicio; pero no es así, en realidad gira en torno a una situación que merece ser visibilizada para que sea cultivada, aprovechada y deje de ser estigmatizada.
Admitiendo la diversidad de formas de pensar como un rasgo natural de los humanos, las actuaciones diarias se producen con claras influencias comunitarias. Este carácter plural exige la consideración de las proposiciones absurdas cargadas de actuaciones antojadizas sin requerimientos ajenos.
Aquí presento una colección bastante mala de poesías, por eso las catalogo como “poesía experimental”, porque además no tienen demasiada rima ni son clásicas. Hay escritores muy buenos, pero yo, también aporto algo, por si a alguien le vale.
En el 35 aniversario de la liberación del macaco Britches de un laboratorio de vivisección de California, conocidos artistas de la música se han unido para cantar, en plena cuarentena mundial, el tema "Llora Britches", con música de los madrileños Lyvon y Eugenio Toribio y letra de Ángel Padilla.
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